El Litoral
Lo dijo el padre de uno de los adolescentes internados tras la fiesta electrónica de Costa Salguero. También que no había agua potable en ningún lado.
El Litoral
DyN
Carlos Sedeillán, padre de uno de los adolescentes internados tras la fiesta electrónica de Costa Salguero, donde murieron cinco jóvenes por intoxicación con estupefacientes sintéticos, aseguró hoy que un amigo de su hijo le contó que dentro del predio "era un descontrol todo" y "pasaban vendiendo droga cada dos minutos".
Además, resaltó que ese muchacho también le comentó que "no había agua potable en ningún lado", sólo "unas botellitas" que no se sabía de "dónde" eran "ni de qué marca", al tiempo que sostuvo que el joven asimismo le dijo que "no" había "un control" en el ingreso al predio y que "entraban cualquier cosa".
En relación a su hijo, Damián Carlos Enrique Sedeillán, de 17 años, admitió que el adolescente "consumió" drogas y que esta mañana permanecía en el hospital Rivadavia "estable", aunque "comprometido con la función del hígado y del riñón".
"Un amigo que estuvo en la fiesta lo salvó (a Damián); lo cobijó cuando lo dejaron prácticamente a la intemperie. Lo ayudó a traerlo con la ambulancia para acá. Lo cuidó", destacó el hombre.
Y añadió: "El me comentaba que, dentro de lo que era la fiesta, era un descontrol todo. Te pasaban vendiendo droga: pasaban ofreciéndote algo cada dos minutos".
"No había agua. Los baños eran químicos. No había agua potable en ningún lado. Vendían unas botellitas que no saben de dónde son ni de qué marca son", manifestó en diálogo con radio La Red.
También dijo que, "según el amigo de él (por Damián), entraban (en el predio de Costa Salguero) cualquier cosa: nadie te controlaba nada" y protestó: "Confías en que hay un control, que hay alguien que los cachea".
Por último, dijo: "Lo único que espero es que estas cosas no vuelven a pasar nunca más".