Lunes 2.12.2019
/Última actualización 11:01
Fiscalía y querella coincidieron este miércoles en el pedido de 20 años de cárcel para Walter Daniel “Pipi” Borda, acusado de ser uno de los dos involucrados junto a José Eduardo “Bebe” Giménez -menor de edad al momento del hecho-, de la muerte de Marianela Brondino, ocurrida en mayo de 2010, como consecuencia de un intento de robo cuando circulaba en bicicleta por calle Gorostiaga al 1900. Lo hicieron ante el juez penal Héctor Candioti, en la audiencia preliminar desarrollada en la Sala 6 del primer piso de tribunales.
En ese acto, las partes acordaron cuáles serán las pautas bajo las cuales se desarrollará el juicio oral y público, cuya fecha deberá ser fijada oportunamente por la Oficina de Gestión Judicial. Además, los fiscales de la Unidad de Homicidios del Ministerio Público de la Acusación (MPA), Andrés Marchi y Martín Torres, adelantaron que solicitarán la presencia de 40 testigos para el debate, número que podrá variar, de acuerdo a lo que finalmente decida el juez Candioti.
Del total, la fiscalía explicó que al menos los primeros veinte serán funcionarios policiales de distintas reparticiones de la Unidad Regional Uno, que intervinieron en el caso; pero también cuentan peritos policiales y del Poder Judicial; y civiles, entre los que se destaca el de la mamá de Marianela, Graciela Peressín, que es querellante y una de las principales impulsoras del proceso judicial. Como en anteriores oportunidades, la mujer estuvo presente en la sala de audiencias, junto al abogado Federico Lombardi, del Centro de Asistencia Judicial de la provincia.
En tanto, por el lado de la defensa de Borda, hoy a cargo de los abogados Héctor y Agustín Tallarico, si bien no se opusieron a los planteos de la contraparte, ofrecieron un controvertido testimonio.
“No vamos a discutir la materialidad del hecho, sino la responsabilidad de nuestro defendido”, expresó el primero, quien propuso entre sus testigos a José Eduardo Giménez quien es imputado en la causa que se sustancia en el Juzgado de Menores, puesto que al momento del hecho tenía 17 años. Sobre dicho planteo, fue la querella la que lo rechazó de plano, por considerar que no podría declarar bajo juramento de decir verdad quien en definitiva está acusado por el mismo hecho.
Además, la defensa de Borda solicitó una serie de careos entre los distintos testigos cuyos testimonios confrontan y adelantó que su pupilo también hablará durante el juicio oral para dar su versión.
La audiencia preliminar por el caso Brondino, duró una hora y media y comenzó con un pedido de sobreseimiento para Walter Borda, invocado por la defensa al considerar que su pupilo “no es el autor del hecho”. “Solo hay versiones” y “del hecho no hay testigos presenciales”. En definitiva, “no se puede tener certeza de que Borda es el autor del hecho, sino que es sólo una probabilidad”, enfatizó Héctor Tallarico.
El primero en responder fue el fiscal Andrés Marchi, quien advirtió que “el planteo de la defensa es extemporáneo” y por lo tanto le pidió al juez Héctor Candioti que antes de analizar el fondo del planteo, determine su admisibilidad.
Además, criticó que “con el pedido de sobreseimiento la defensa nos está enmascarando y nos obliga a adelantar la estrategia acusatoria”, cuando en realidad “no es materia de tratamiento en la audiencia preliminar”, dijo.
A modo de refuerzo, la querella refirió que “es errónea la valoración que realiza la defensa” puesto que “resalta lo que le conviene y omite lo que puede perjudicar al imputado”. Y recordó que fue el padre de Borda quien tiempo atrás “se presentó ante la Secretaría de Derechos Humanos para decir que tenía información del caso Brondino” y apuntar a su hijo. En tan sentido agregó que Graciela, la mamá de Marianela, “lo tiene grabado y firmado” en oportunidad en que el hombre fue hasta su casa de la calle Gorostiaga para contarle lo que sabía.
Marianela Brondino, de 25 años, fue víctima de motochorros el 28 de abril de 2010 en Gorostiaga al 1900. La joven, volvía en bicicleta del trabajo a su casa del barrio María Selva, cuando dos hombres jóvenes y en moto la derribaron para robarle la bandolera. Producto del golpe que ocasionó la caída, la chica sufrió severas lesiones en la cabeza y quedó en coma hasta su deceso ocurrido cinco días después, el 3 de mayo de 2010.