En la puerta del local, ubicado en Urquiza al 2200
Pedirán justicia por el comerciante santafesino asesinado
La concentración, que será este miércoles por la tarde, es convocada por familiares, amigos y otros comerciantes.
Pedirán justicia por el comerciante santafesino asesinado
Jueves 19.9.2019
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Última actualización 12:19
Otro hecho de inseguridad enlutó a la ciudad en la tarde de este martes. La muerte de Julio Cabal murió tras haber sido asaltado y baleado mientras trabajaba en la fiambrería de su familia. Para pedir justicia y que el hecho no quede impune, familiares, amigos y comerciantes se concentraban este miércoles a las 19 horas en el local, ubicado en calle Urquiza al 2200. Desde allí tenían previsto movilizarse rumbo al Ministerio de Justicia.
El joven de 29 años, quien era un apasionado por la música y la poesía, fue despedido durante la mañana por una multitud que se acercó a la sala de velatorio de Sentir, para darle el último adiós. Luego, sus restos fueron llevados al cementerio municipal para alojarlos en el panteón de su familia.
Inmediatamente después de conocerse su fallecimiento, las redes sociales se llenaron de mensajes sentidos y en recuerdo al joven asesinado. “Con profundo dolor lamentamos la muerte de Julio Cabal (h) quien fuera jugador y árbitro de nuestro club. Saludamos y expresemos nuestras más sentidas condolencias a su familia por esta perdida irreparable”, publicó el Club de Rugby Ateneo Inmaculada (Crai) en sus redes, institución a la que Julio representó durante muchos años.
Sus clientes del “Almacén del Norte” la fiambrería también lamentaron la pérdida y en el frente del comercio colocaron un cartel en el que escribieron: “Julio tus clientes te decimos hasta siempre”.
“Fue la gota que rebasó el vaso”, sostuvo Ana Laura Gil, presidenta de la Cámara de Kiosqueros y Almaceneros de Santa Fe, en diálogo con El Litoral.
La kiosquera informó que entregarán una nota en la Legislatura para exigir ser atendidos por alguna autoridad estatal, con el fin de que la situación cambie, algo que hasta al más optimista le parece utópico. “Queremos una reunión con el Ministro de Seguridad (Maximiliano Pullaro) o con el Jefe de la Policía. Los comerciantes estamos sufriendo robos continuamente, ya no hay zonas ni horarios, estamos viviendo una situación de la que somos rehenes”, destacó la referente de la Cámara, y apuntó que suceden entre cinco y seis robos diarios a kioscos y almacenes de Santa Fe.
Lo que más se lamenta entre los comerciantes es que los hechos delictivos, en la mayoría de las veces, suceden con violencia hacia los trabajadores, con armas de fuego o cuchillos. “Somos laburantes que nos levantamos a las 6 de la mañana para poner en marcha el negocio y a pelearla porque no se vende. Esto no puede seguir así y alguna solución nos tienen que dar”, concluyó Gil.
La asociación que nuclea a kiosqueros y almaceneros de Santa Fe, junto a la Unión de Kiosqueros de la República Argentina, emitieron un comunicado para que se esclarezca el homicidio de Cabal. “Los kiosqueros y almaceneros de todo el país y de nuestra ciudad vemos como cada día a día la inseguridad nos acosa, somos a diario víctimas de la delincuencia y la violencia”, expresaron en la misiva e indicaron: “Nos solidarizamos con la familia de Julio Cabal, otra víctima más de la inseguridad que constantemente nos acecha”.
Su mensaje final
Como si se tratara de una paradoja del destino, el último posteo de Julio en su cuenta de Facebook fue la canción de Hank Williams, “I’m so lonesome i could cry” —“Estoy tan solo que podría llorar”, se traduce al español—. Pero no, para nada solo estaba Julio en su despedida y tampoco lo estará hasta que se haga la justicia que merece cualquier ciudadano al que le arrebatan la vida a sangre fría. Tal vez los que lo dejaron solo fueron quienes tienen la obligación y responsabilidad de brindarle seguridad a la comunidad, allá ellos que esta noche tal vez se replanteen lo que pasa, y al parecer seguirá pasando.
Su mensaje final Como si se tratara de una paradoja del destino, el último posteo de Julio en su cuenta de Facebook fue la canción de Hank Williams, “I’m so lonesome i could cry” —“Estoy tan solo que podría llorar”, se traduce al español—. Pero no, para nada solo estaba Julio en su despedida y tampoco lo estará hasta que se haga la justicia que merece cualquier ciudadano al que le arrebatan la vida a sangre fría. Tal vez los que lo dejaron solo fueron quienes tienen la obligación y responsabilidad de brindarle seguridad a la comunidad, allá ellos que esta noche tal vez se replanteen lo que pasa, y al parecer seguirá pasando.