Un agente penitenciario fue detenido este jueves en la localidad de Nelson, y en su poder se secuestraron sustancias estupefacientes cuya cantidad no fue confirmada oficialmente. Al momento del allanamiento, el hombre de 39 años, identificado como Diego B. se encontraba en el baño de su casa de calle 9 de Julio al 500, aparentemente realizando la típica maniobra de “descarte” de la droga que tenía bajo su ámbito de custodia.
Con él se encontraba su pareja, una mujer de 36 años, miembro de la policía provincial, con rango de suboficial y con prestación de servicio activo en la Comisaría 30° de la ciudad de Rosario, en la Unidad Regional II. Y si bien para ella no existía pedido de detención, la justicia evaluaba su situación legal para determinar si la ordenaba o no.
La investigación, que se inició hace un tiempo a partir de una denuncia anónima, daba cuenta de al menos tres domicilios de Laguna Paiva -que también fueron allanados-, donde presuntamente se comercializaban estupefacientes. Según la labor de inteligencia previa, sería el penitenciario quien proveía la droga a uno de los vecinos de Laguna Paiva y éste a su vez hacía lo propio con los otros dos puntos de venta.
Por el caso tomó intervención el fiscal Federal N° 1, Gustavo Onel, con conocimiento del juez Federal N° 1 Reinaldo Rodríguez, quien le recibirá declaración indagatoria a los imputados en los próximos días, por infracción a la ley de drogas N° 23.737.
Durante la actuación policial, a cargo de la Brigada Antinarcótico de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), junto con otras reparticiones de la fuerza pública, no sólo se habría incautado una importante cantidad de sustancias ilícitas -entre ellas cocaína y marihuana-, sino que además se secuestraron teléfonos, dinero en efectivo y se requisó el auto Honda Civic en el que se movía el principal sospechoso.
A propósito de funcionario penitenciario, fuentes de la Dirección de Asuntos Penitenciarios de la provincia confirmaron que “es empleado del servicio” pero que “actualmente no trabaja”. Aunque no precisaron los motivos, el carcelero -con lugar de trabajo en la Unidad N° 1 de Coronda-, lleva más de dos meses de inactividad y tiene un expediente administrativo abierto “para ser cesado del servicio”, amplió la fuente.