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Peritos de Gendarmería Nacional lograron acceder al teléfono de Fernando Pastorizzo, el joven asesinado en la ciudad entrerriana de Gualeguaychú el 29 de diciembre último, quien días antes del crimen había aumentado la seguridad del celular porque su ex novia, Nahir Galarza, detenida por el homicidio, había descubierto cómo usarlo para manipular su contenido.
La fiscal que actualmente está a cargo de la causa, Martina Cedrés, explicó que en las últimas horas fue notificada de que los expertos de la fuerza ayer pudieron desbloquear el móvil y accedieron a su contenido. ‘No tenemos el informe, no tenemos cuál es la información que hay en el teléfono y de tenerlo durante la investigación judicial ninguna de las partes lo puede dar a conocer‘, indicó al canal de noticias TN. Al respecto, explicó que ‘lo que hacen los peritos es simplemente limitarse a responder los puntos‘ de pericia y ‘no hacen ningún tipo de valoración de la información que ellos extraen‘ de mensajes, chats, etc.
El miércoles, los especialistas de Gendarmería comenzaron a analizar los aparatos móviles de la imputada y del joven asesinado aunque, al igual que les sucedió a los especialistas de la Procuración de Entre Ríos, no pudieron abrir el segundo de ellos, dijeron fuentes judiciales.
Según los voceros, el smartphone de Fernando (21), un Motorola G5 Plus XT1680 tiene un sensor biométrico con huellas digitales para abrir el sistema y un gráfico y un PIN para la mensajería instantánea de Whatsapp. Un investigador con acceso al expediente detalló que el padre de la víctima declaró que el joven utilizaba la huella digital y los amigos indicaron que tenía un PIN y un gráfico ‘muy complejo, como un garabato‘. ‘Los mismos amigos de él dijeron que días antes del crimen ella le descubrió el gráfico y el PIN, y accedió a una foto que la subió a un grupo de Whatsapp y le borró contactos, por lo que la víctima cambió todas las claves de acceso que ellos conocían‘, explicó el pesquisa consultado. ‘Incluso hay una crítica en Whatsapp (en el celular de ella) en el que él le pregunta ’¿cómo hiciste para descubrir el PIN‘’ y ella da a entender que lo conoce muy bien‘, describió el investigador.
Mientras que en el caso de Nahir (19), ésta brindó la clave de acceso a su I Phone 6, por lo que los expertos de la Procuración entrerriana remitieron al expediente miles de mensajes que estaban almacenados en la memoria del mismo.
El crimen fue cometido cerca de las 5 del 29 de diciembre último, en la vía pública de Gualeguaychú, donde a Fernando lo hallaron en estado de agonía, con un tiro en la espalda y otro en el pecho, y su moto y dos cascos tirados a su lado. El joven murió poco después y si bien Nahir primero declaró como testigo y dijo que había visto por última vez a su ex novio la noche anterior, luego la joven se presentó ante la Justicia y confesó haber cometido el crimen. Luego, Galarza tuvo una breve internación por su estado de shock, y finalmente fue trasladada a una celda de la Comisaría del Menor y la Mujer, donde cumple la prisión preventiva por 60 días.
El 16 de enero, la acusada amplió su indagatoria y aseguró que los dos disparos fueron ‘accidentales‘ y que en la primera declaración como imputada mintió porque tenía miedo que culpasen a su padre policía, quien tenía a cargo el arma homicida. Ayer, el juez de Garantías de Gualeguaychú Mario Andrés Figueroa volvió a rechazar un pedido de la defensa para que se revoque la prisión preventiva de la joven, que seguirá alojada al menos hasta marzo en la seccional.
Paralelamente, se realizó una inspección ocular y un trabajo de planimetría en la casa de Galarza para establecer si, como declaró la imputada, es posible que si se produjo una discusión antes del crimen, ésta no haya sido escuchada por sus padres, que dormían a pocos metros. La semana próxima, está previsto que se realice el peritaje psiquiátrico a Galarza e incorporar a la causa el informe final de la autopsia, el balístico, el de los teléfonos y tomar testimonios a amigos de la víctima, tras lo cual el expediente sería elevado a juicio.