Terminó en Santa Fe el juicio oral y público contra el teniente coronel retirado del Ejército Argentino, Alberto José Jaime (78), quien este miércoles fue declarado culpable por el asesinato de la estudiante rafaelina de 18 años, Yolanda Rosa Ponti.
El Tribunal Oral Federal impuso pena de prisión perpetua para Alberto José Jaime (79), como autor del homicidio de Yolanda Ponti (18).
Terminó en Santa Fe el juicio oral y público contra el teniente coronel retirado del Ejército Argentino, Alberto José Jaime (78), quien este miércoles fue declarado culpable por el asesinato de la estudiante rafaelina de 18 años, Yolanda Rosa Ponti.
Prisión perpetua fue la sanción que el Tribunal Oral Federal en lo Criminal de Santa Fe (TOF) impuso a Jaime, en carácter de “autor del delito de homicidio doblemente calificado por ser cometido con alevosía y con el concurso premeditado de dos más personas” en perjuicio de la joven Ponti.
La sentencia fue dictada por los jueces Luciano Lauría -presidente-, José María Escobar Cello y Elena Beatriz Dilario, tras dos semanas de debate oral.
El juicio que comenzó el pasado 3 de agosto, versó sobre el asesinato de Ponti, ocurrido la tarde del 1° de diciembre de 1976, en cuya jornada también fallecieron otras tres personas: un militar y dos civiles -un chofer de colectivos y un transeúnte-.
La pena máxima fue solicitada por el fiscal General, Martín Suárez Faisal; y por la abogada querellante Ana Lucía Tejera, en representación de la familia de la víctima. En defensa de Jaime intervino el abogado Gonzalo Pablo Miño, quien hizo reservas de apelación de la sentencia.
Alberto José Jaime (79), quien alcanzó el rango de teniente coronel (R) del Ejército Argentino durante la última dictadura militar, comenzó a ser formalmente buscado por la Justicia Federal hace casi una década, cuando el 7 de octubre de 2014 el Juzgado Federal Nº 1 de Santa Fe lanzó la captura nacional e internacional.
Conocido por los alias de “amorfo”, “bestia” y “mono”, fue apresado por Gendarmería Nacional bajo el nombre falso “Alberto José Jaime Abud”, el 9 de abril de 2019, en el barrio de Belgrano, en la ciudad de Buenos Aires, donde actualmente cumple prisión domiciliaria.
Jaime se desempeñaba al mando de una columna del Destacamento de Inteligencia Militar 122 cuando la tarde del 1° de diciembre de 1976 comandó la persecución de lo que entonces se denominaba “elemento subversivo”.
A bordo de un Renault 6 que él conducía, escoltado por otros dos vehículos sin identificación oficial y con efectivos de civil, Jaime se interpuso delante de un colectivo de la Línea 3, en el cruce de las calles 25 de Mayo y Lisandro de la Torre, en el microcentro santafesino.
Eran las cinco y diez de la tarde cuando el sargento primero de Infantería, Oscar Alberto Cabezas, quien intentó subir al ómnibus en persecución de una joven mujer, recibió una andanada de disparos, que le costó la vida a él y al chofer de la unidad, Arnoldo Martinaso (39).
Yolanda Ponti, rafaelina de 18 años que vivía en Santa Fe donde estudiaba para ser asistente social y militaba en la agrupación Montoneros, trató de escapar de sus perseguidores que la ejecutaron en la calle, de un disparo en la cabeza.
Su cuerpo quedó tendido en la vereda Este de calle 25 de Mayo y a los pocos metros un hombre de unos 60 años, que circunstancialmente caminaba por el lugar, también recibió un disparo fatal.
En cuanto a Jaime, era jefe militar del operativo y es el único sobreviviente de aquel episodio en llegar a juicio. No obstante ser su primera condena por delitos de lesa humanidad, su nombre aparece en los papeles encontrados en el entretecho de la Seccional 3a. de policía de barrio Candioti en febrero de 2016, en relación a la muerte de ‘Navarrito’ el abogado del PCR que encontraron colgado en un calabozo en la década del 70.
Preso en la casa
En uno de los puntos dispositivos de la condena, el tribunal ordena “el inmediato encarcelamiento de Alberto José Jaime en un instituto del Servicio Penitenciario Federal”, medida que se hará efectiva una vez que el fallo quede firme; “mientras tanto continuará en detención domiciliaria, conforme oportunamente se le impusiera”.
Fundamentos
El Tribunal Oral Federal de Santa Fe fijó para el próximo miércoles 23 de agosto la lectura de los fundamentos, los cuales a partir de entonces estarán a disposición de las partes.
Según el titular del diario El Litoral de entonces, el 1° de diciembre de 1976, después de las cinco de la tarde, en la esquina de 25 de Mayo y Lisandro de la Torre se produjo “un enfrentamiento entre los elementos subversivos y fuerzas de seguridad, consecuencia del cual perdieron la vida cuatro personas: un suboficial del Ejército, un transeúnte, el chofer de un ómnibus y una delincuente subversiva”.
La crónica policial del día siguiente informaba: “Alrededor de las 17.10 de ayer, el ómnibus Nº 11 de la línea 3 conducido por Arnoldo Martinaso, de 39 años de edad, circulaba por Lisandro de la Torre hacia el Este con escasos pasajeros en su interior”.
Del relato periodístico surge que al llegar a 25 de Mayo se le cruzaron tres autos de “fuerzas conjuntas, ejército y policía, sin identificación y con personal de civil” y cuando uno de los integrantes de las fuerzas de seguridad quiso subir al ómnibus recibió un balazo a quemarropa que le provocó la muerte en el lugar.
Las versiones recogidas entonces indicaban que el disparo lo realizó una mujer joven que en la ráfaga hirió al conductor del micro. También se relata que la mujer -luego identificada por el apellido Ponti- descendió del colectivo y arrojó una bomba que estalló en la calle mientras continuaban los disparos.
Finalmente la mujer recibió un disparo en la cabeza y cayó en la vereda Este de 25 de Mayo y a tres metros, un hombre que caminaba por el lugar también fue alcanzado por las balas y murió.
Luego el Comando General del Ejército comunicó que uno de los fallecidos era el sargento primero de Infantería, Oscar Alberto Cabezas (casado y padre de dos hijos de 6 y 2 años). En tanto el diario pudo conocer que el otro hombre ejecutado sería un ex ordenanza jubilado del ministerio de Gobierno, de apellido Herrera.