Una mujer de 46 años y su nietita de 1 fueron blanco de un feroz ataque por parte de dos perros Pitbull, en un grave suceso ocurrido durante la noche del sábado en barrio Santa Rosa de Lima.
La menor quedó internada en terapia intensiva del hospital de Niños. Su abuela está alojada en el hospital Cullen.
Una mujer de 46 años y su nietita de 1 fueron blanco de un feroz ataque por parte de dos perros Pitbull, en un grave suceso ocurrido durante la noche del sábado en barrio Santa Rosa de Lima.
Todo se inició cerca de las 22 cuando la mujer, junto a sus dos nietas (de 1 y 8 años) caminaban en dirección a un kiosco para comprar unos jugos.
Pero cuando iban por la zona de Hno. Madeo 2900 (altura de Hipólito Irigoyen) fueron atacadas por los perros que salieron desde una vivienda del lugar.
Aldana, hija de la mujer atacada, relató a El Litoral: “mi mamá cuando ve que se le vienen los perros encima, se tiró encima de la nena de 1 año para protegerla. La otra nena, escapó corriendo y salió ilesa.
Uno de los perros mordió a mi mamá en la cara, en los brazos y las piernas. El otro perro mordió a la más chiquita en la espalda y el pecho.
Varios vecinos salieron para ayudar pero fue un hombre el que, no sé como hizo, pero logró desmayar a los perros.
"Mi mamá tiene desfigurada la cara y quedó internada en el hospital Cullen. Y mi sobrinita está en terapia intensiva del hospital de Niños. Tiene descolocado un hombro, además sufrió fractura de dos costillas y eso al hacer presión le perforó un pulmón".
Tras el hecho se produjeron algunos incidentes entre allegados a las víctimas y los dueños de los animales.
Cuando la policía llegó al lugar fueron informados que dos perros de raza Pit Bull, pertenecientes a una pareja que reside en el lugar, habían escapado de su hogar y atacado a una menor y a su abuela.
Los oficiales entrevistaron a una mujer, de 44 años y su pareja, un hombre de 45, quienes dijeron que momentos antes sus perros habían escapado del domicilio y provocado lesiones a dos víctimas inocentes.
Ante esta grave situación, se solicitó la intervención de la Unidad Ecológica y se convocó a un móvil, aunque dicho personal se negó a retirar a los perros debido a su clasificación como de alto riesgo.
Poco después agentes de la subcomisaría 2da. trasladaron a la dueña de casa a sede policial para llevar a cabo las diligencias correspondientes.
En este contexto se solicitó la colaboración de más uniformados con el fin de mediar entre las partes y restablecer la calma. Finalmente, los familiares se retiraron del lugar.
Así las cosas las autoridades continúan investigando este caso, con el objetivo de determinar las responsabilidades pertinentes y prevenir futuros hechos similares.