Carlos Retamal
El hombre que iba a más de 130 kilómetros por hora por barrio Saladillo, finalmente fue imputado por homicidio simple con dolo eventual. Tras el fatal choque, estuvo internado casi 3 semanas y desde el viernes está tras las rejas, al igual que el otro automovilista y amigo.
Carlos Retamal
Cincuenta días después del fatal siniestro de tránsito ocurrido en la zona sur, el hombre de 36 años que manejaba un auto a más de 130 kilómetros por hora, corriendo una picada con un amigo de la misma edad que iba en otro vehículo, finalmente fue imputado en la tarde de este lunes 10 de mayo por homicidio simple con dolo eventual. Recibió la misma calificación legal que el otro automovilista, que fija una pena de entre 8 y 25 años de cárcel. Hasta el momento no había sido acusado porque, tras el choque, estuvo internado en estado delicado y luego de recibir el alta hospitalaria, una junta médica determinó que no estaba en condiciones físicas de afrontar una audiencia, situación que cambió a partir del viernes, cuando una segunda junta dictaminó que ya estaba apto.
Los fiscales Walter Jurado y Valeria Piazza de la Unidad de Homicidios Culposos imputaron el hecho ocurrido el 20 de marzo de 2021 a las 00.05hs aproximadamente, en la zona de avenida del Rosario y Ayacucho de Rosario, cuando el imputado (identificado como Germán Schoeller, de 36 años) se dirigía a bordo de su automóvil Renault Sandero, por avenida del Rosario, en sentido de circulación este-oeste, a una velocidad inusitada de 132 kilómetros por hora, realizando una prueba de velocidad y destreza con otro automóvil marca Citroën C4, conducido por Pablo Mancini.
La imputación es prácticamente idéntica a la del otro conductor y amigo, quien –según se indicó en la audiencia– iba acompañado por otra persona que tuvo lesiones psíquicas por las cuales está bajo tratamiento.
En la audiencia, que es extendió por varias horas, se indicó que, al llegar a la intersección de calle Ayacucho, sin accionar los frenos y con el semáforo en rojo intermitente, embistió un Citroën C3 que conducido por David Pizorno haciendo que este realice un giro, despidiendo partes de la carrocería, que quedó sobre el asfalto y la vereda.
Como consecuencia de la carrera por las calles del barrio Saladillo, los dos conductores, Schoeller y Mancini, “provocan el fallecimiento de las víctimas Valentino Pizorno de 8 años y de David Pizorno de 42 años y las lesiones graves por politraumatismos de Cintia D.”, pareja del mayor de los fallecidos y madre del niño.
En la audiencia, el conductor del Renault Sandero dio otra versión de lo sucedido. Dijo que iba siguiendo al otro automovilista y amigo, que no iba a la velocidad que se indicaba, aunque después sostuvo que no se dio cuenta del entorno ni de la velocidad. Los fiscales rebatieron sus dichos en base a diversas pruebas, entre ellas los registros fílmicos y los testimonios de testigos del siniestro.
La Fiscalía sostuvo que el imputado actuó con dolo eventual en razón que se trasladaba a alta velocidad en una intersección transitada por peatones, que no frenó en ningún momento al cruzar calle Ayacucho, haciendo caso omiso a la intermitencia de dicho semáforo. Por todo esto, los fiscales solicitaron para el segundo imputado la prisión preventiva efectiva sin plazos, pedido que fue aceptado por el juez de Primera Instancia Facundo Becerra.
Cabe remarcar que la imputación de homicidio simple con dolo eventual con lesiones gravísimas en concurso ideal en calidad de coautor, tiene una pena que va de los 8 a los 25 años de prisión. Si bien es una figura que no está contemplada en el Código Penal, hay jurisprudencia que podría ser utilizada para este caso.