Un domicilio de Rosario ubicado en calle Montevideo al 7300, sufrió numerosas balaceras en su fachada. Las mismas estuvieron cargadas de un tinte “narco”, el cuál azota día a día la ciudad del sur santafesino.
“Hay chicos amigo!”, “No vendo nada” y “Nuevos dueños” son algunos de los mensajes que las familias que habitan dicha vivienda dejaron en la fachada.
Un domicilio de Rosario ubicado en calle Montevideo al 7300, sufrió numerosas balaceras en su fachada. Las mismas estuvieron cargadas de un tinte “narco”, el cuál azota día a día la ciudad del sur santafesino.
A pesar de parecer un conflicto entre bandas dedicadas a negocios delictivos, en dicha casa viven tres familias con un total de 11 chicos, las cuales se empeñaron en aclarar que no poseían ningún tipo de relación con las personas a las que iban dirigidos los ataques.
El método utilizado fue simple. Mediante pintadas en el frente de la vivienda, dejaron los siguientes mensajes: “Hay chicos amigo!”, “No vendo nada”, “Nuevos dueños” y “Somos familia”.
Todos los escritos poseen la misma intención: rogar que no los vuelvan a atacar, principalmente para cuidar la integridad de los menores de edad.
El sábado a la tarde fue la última balacera y por eso decidieron dejar las pintadas de aclaración, de que allí no venden droga. “A esta casa la tenían como aguantadero y búnker de venta de drogas. Amenazaron al dueño anterior y tuvo que irse”, contó una de las mujeres que habita el lugar.
La misma habitante del domicilio agregó que como estuvo durmiendo tres días en la calle, le dieron permiso para que se quede en ese lugar con los chicos.
“Acá somos familia de bien que no queremos vender droga, solo un techo para nuestros hijos. Deben querer que nos asustemos y nos vayamos pero no tenemos otro lugar para ir”, concluyó la mujer.