Danilo Chiapello
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El ataque ocurrió en Mitre y Azcuénaga. La niña terminó herida en sus piernas. En tanto, en Villa Hipódromo, volvieron a balear el domicilio de Ayelén Orellano.
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Dramáticos momentos se vivieron anoche en barrio Guadalupe cuando dos sujetos abrieron fuego contra un grupo de adultos. Pero la demencial acción tuvo un resultado impensado, ya que la única persona herida fue una nena de 4 años.
La secuencia se desarrolló poco después de la medianoche cuando dos hombres jóvenes, que se conducían a bordo de una motocicleta, aparecieron en la zona de Mitre y Azcuénaga.
Sin mayores trámites, los recién llegados sacaron a relucir armas y abrieron fuego contra un grupo de personas que se encontraba en dicha intersección.
Pero la consecuencia de este episodio recayó en una víctima inocente: María Luz Perezlindo, de 4 años, fue quien resultó herida en sus piernas.
La pequeña terminó con una lesión en el talón izquierdo y otra en la pantorrilla de la pierna derecha, motivo por el cual fue trasladada con urgencia hasta el Hospital de Niños para su atención.
Según se supo, en principio su cuadro no sería de gravedad. No obstante la nena quedó internada, para observarse su evolución.
Al lugar fueron comisionados agentes del Comando Radioeléctrico y de la Policía Comunitaria, quienes iniciaron trabajos para dar con los autores del hecho, aunque hasta el momento dichas tareas dieron resultado negativo.
En Villa Hipódromo
En tanto, ni bien pasada la medianoche del sábado, otro hecho de extrema violencia se desató en Villa Hipódromo.
Del hecho se tuvo noticias en dicha jornada, cuando agentes policiales que patrullaban esa jurisdicción escucharon detonaciones de arma de fuego.
Los uniformados llegaron hasta Peñaloza y Pedro de Vega y entrevistaron a Graciela Orellano, quien reside en el lugar y es la mamá de Ayelén.
Ayelén tenía 11 años cuando fue baleada en la esquina de su casa -Peñaloza y Pedro de Vega- durante la noche del 12 de marzo de 2015. La pequeña todavía recibe atención médica prácticamente a diario por la herida sufrida en su cadera.
Su madre, Graciela, aseguró que las balas eran para ella y que los autores eran dos menores de edad, a los que había denunciado por robo unos días antes.
Desde entonces, esa familia no puede vivir en paz, porque los responsables del ataque pasean con total impunidad por la zona, se burlan y hasta tirotean su domicilio, como ocurrió anoche.