Un policía que firmó un juicio abreviado por vejaciones y privación ilegítima de la libertad se arrepintió a último momento, y en plena audiencia decidió no seguir adelante con el acuerdo que suponía una pena de ejecución condicional.
Asistirá a un debate oral, al igual que sus tres compañeros, por los hechos ocurridos en diciembre de 2019 en Recreo. Se les atribuyó haber golpeado, amenazado y privado de la libertad a un veinteañero.
Un policía que firmó un juicio abreviado por vejaciones y privación ilegítima de la libertad se arrepintió a último momento, y en plena audiencia decidió no seguir adelante con el acuerdo que suponía una pena de ejecución condicional.
La causa que lleva adelante el fiscal de la Unidad de Delitos Complejos, Ezequiel Hernández, investigó el accionar de cuatro miembros del Comando Radioeléctrico de Recreo. La acusación en contra de Débora Cabana, Maximiliano Luque, Marcelo Escher y Jorge Ocampo ya fue presentada, siendo éste último el que había decidido abreviar el procedimiento y no ir a juicio.
Sin embargo, en la audiencia que tuvo lugar este viernes en la sala 3 de los tribunales santafesinos, el policía decidió seguir adelante con el acto, pese a que ya había firmado el escrito. Debido a esto, el penal Jorge Patrizi dejó sin efecto el abreviado, al que habían arribado la fiscalía y la defensora particular Luciana Martínez.
A medianoche
Los hechos por los que los cuatro policías fueron imputados y apartados de sus funciones sucedieron la madrugada del 2 de enero de 2019. Según se detalla en la acusación, apenas unos minutos habían pasado de la medianoche cuando arribaron, en dos móviles, a una vivienda de calle Chubut al 300, en Recreo. Buscaban a un joven que, según les habían indicado, habría estado involucrado en el hurto de un motovehículo.
Cuando llamaron a la puerta, la dueña de casa les permitió ingresar, y dentro esposaron por la espalda a su hijo, un muchacho de unos 20 años. Subieron a los patrulleros y se dirigieron hasta inmediaciones de calle Coronel Loza al 6800, donde supuestamente el joven habría vendido la moto a un hombre, pero no encontraron nada más que dos personas que comenzaron a amenazarlos para que se fueran de allí. Antes de arrancar, golpearon al chico, para luego avanzar por la mencionada calle hasta su intersección con Avenida Circunvalación.
Una vez allí, detuvieron su marcha y descendieron de los vehículos, sacando por la fuerza al joven, al tomarlo de las esposas y empujarlo, haciendo que se caiga. Lo obligaron a incorporarse mientras le gritaban "póngase firme", y fue en ese momento que comenzaron a propinarle golpes de puño en la boca del estómago, hasta que volvió a caer.
Lo levantaron, azotándolo contra el capot del móvil policial, y la suboficial Cabana le manifestó: "Te vamos a hacer lo que queremos, total nadie nos puede ver. Te van a juntar en cuchara".
"¡Poné cara de hombre!"
La golpiza continuó durante varios minutos, lo obligaron a arrodillarse y pararse una y otra vez mientras lo mantenían inmovilizado agarrándole las esposas, que le sujetaban los brazos por detrás de la espalda. La víctima pedía ayuda, les decía que pararan, que no podía respirar.
Recibió un par de golpes de puño más, y la mujer volvió a hablar: "Mirá que esto no es nada comparado con lo que sabemos hacer. Denle donde no queden marcas". Siguieron pegándole, y después lo trasladaron hasta la Comisaría 17 de Recreo, donde los malos tratos continuaron. Cabana le tomaba fotografías mientras uno de los policías le pegaba patadas, y ante el quejido del muchacho le gritó: "¡Poné cara de hombre!".
Cuando lo encerraron en una de las celdas, Luque se le acercó y le preguntó si tenía mujer. El veinteañero le respondió que sí, y que se iba a convertir en papá pronto. La respuesta del suboficial fue: "Seguro que el hijo es de un policía".
Los cuatro agentes permanecen en libertad, a la espera del juicio, acusados de "vejaciones agravadas por ser cometidas mediante amenazas, lesiones leves, privación ilegítima de la libertad y falsedad ideológica de instrumento público calificada por ser cometida por funcionario público en abuso de sus funciones". En el caso de Ocampo, que este viernes rechazó el acuerdo de juicio abreviado, la fiscalía solicitó que se fije la audiencia preliminar lo antes posible, y adelantó que solicitará una pena más elevada a la convenida: 5 años de prisión de cumplimiento efectivo.