Un policía sanjavierino fue detenido e imputado este miércoles por 12 hechos dentro de los que se encuentra haber ingresado y prendido fuego la fiscalía donde tramitaba una causa por abuso sexual infantil en su contra. Pedirán la prisión preventiva.
Solicitarán que quede en prisión preventiva. Acumula causas desde 2015, entre estas el sometimiento sexual a dos hijas de sus exparejas.
Un policía sanjavierino fue detenido e imputado este miércoles por 12 hechos dentro de los que se encuentra haber ingresado y prendido fuego la fiscalía donde tramitaba una causa por abuso sexual infantil en su contra. Pedirán la prisión preventiva.
Se trata de Mario Alberto M., de 41 años, quien fue imputado por el fiscal Francisco Cecchini este miércoles. Ante el juez Nicolás Falkenberg, le atribuyó haber abusado de las hijas adolescentes de quienes fueran sus parejas. A esto, se le sumó haber destruido evidencias de una de estas causas y de otras investigaciones penales mediante un incendio, cuando en 2015 ingresó sin autorización a la sede de la Unidad Fiscal San Javier del MPA.
“Algunos de los delitos contra la integridad sexual fueron cometidos antes del incendio y otros, después”, informó el fiscal Cecchini, “las diligencias llevadas a cabo en el marco de la investigación de los abusos más recientes permitieron avanzar en el esclarecimiento de los otros ilícitos”. Fue “a partir de herramientas tecnológicas incorporadas en el último tiempo, que se obtuvo información relevante para ampliar la imputación”.
“El imputado vulneró la integridad sexual de las dos víctimas cuando convivió con cada una de ellas a raíz de los vínculos que mantuvo con sus madres”, expuso el fiscal, “las adolescentes fueron abusadas en la época en la que iban a la escuela secundaria, una entre 2011 y 2014 y la otra, entre 2018 y 2020”.
El policía agredió sexualmente a las menores, les tomó fotografías y las filmó. Estos hechos se repitieron durante años, por lo que “tuvieron entidad suficiente para afectar su salud física y psicológica”, resaltó el fiscal.
Respecto a la primera víctima, además del sometimiento sexual al policía se le imputó haberla interceptado la mañana del 21 de junio de 2015 mientras la joven caminaba sola por San Javier, y con violencia -la hizo caer al suelo, le tapó la boca para que no gritara y la golpeó con sus puños en diferentes partes del cuerpo- sustaerle su teléfono celular.
Menos de un mes después, la madrugada del domingo 12 de julio, Mario Alberto M. ingresó a la fiscalía de San Javier, ubicada en Independencia al 2200. “El policía escaló un tapial lindero, rompió una reja que protege el techo del patio y forzó una ventana de acceso a las oficinas”, explicó Cecchini, “una vez dentro, se apoderó de siete teléfonos celulares; un disco rígido que extrajo de una computadora; una pistola calibre 9; un revólver calibre 22 y otro calibre 32; una sábana, y una remera que estaban en la sala de efectos”.
Luego, “colocó carpetas, papeles, telas, gomaespuma y maderas sobre el piso de la sala y los prendió fuego. El foco ígneo se propagó hacia otros elementos y habitaciones, lo cual generó daños en las instalaciones y destruyó evidencias, muebles y objetos de uso cotidiano”, explicó. Entre estos, se encontraban los documentos pertenecientes a la primera causa de abuso sexual mencionada.
Además de los abusos, el policía también es investigado por haber amedrentado a una de sus exparejas y a las hijas de ella. Luego de que lo denunciaran por abuso, “actuó de modo intimidatorio aún cuando sabía que una orden judicial le impedía acercarse las víctimas”. Repitió este modus operandi años después, luego de que fuera denunciado por segunda vez por abusar de la hija de su otra pareja. Se le imputó haber amenazado a la mujer cuando ella se encontraba en el gimnasio: “¿Vos querés que vaya a tu casa y te haga quilombo, que te queme la casa y el auto? Vas a recibir un castigo”.
A esto, se le sumó, también, el robo a un comercio, y la tenencia de armas de fuego. El policía fue detenido el lunes durante un operativo en el que, además, se le secuestraron tres escopetas. No contaba con la debida autorización legal para poseerlas.
Este viernes la fiscalía solicitará la prisión preventiva.