Sábado 17.2.2024
/Última actualización 3:09
Este viernes, Nicolás Loases (35), sargento de la Policía de Córdoba, se vio involucrado en un raid delictivo que culminó de manera trágica. Loases, que aparentemente se convirtió en delincuente, inició su itinerario temprano en la mañana en el barrio Poeta Lugones, donde sustrajo un Chevrolet Prisma. El episodio finalizó con su cuerpo inerte después de que, al parecer, se disparó a sí mismo con su propia arma.
A pesar de que el caso está bajo investigación, el fiscal a cargo, Raúl Garzón, confirmó la existencia de indicios que sugieren que, tras sentirse acorralado y después de cometer el delito, Loases tomó la decisión de atentar contra su propia integridad.
El momento crucial fue capturado por una cámara de seguridad en la vivienda por donde Loases intentó evadir a sus compañeros de la fuerza de seguridad. En el video, el sargento utiliza su pistola, apuntando hacia su propia cabeza y accionando el gatillo tres veces. El último disparo lo dejó sin reacción. Este incidente tuvo lugar en el barrio Talleres Este, en la zona nordeste de la ciudad capital.
Las impactantes imágenes continúan mostrando el cuerpo inmóvil de Loases, mientras un oficial de la Policía de Córdoba se acerca a la escena. En ese momento, el sargento ya presentaba dificultades respiratorias.
Según los informes médicos, el disparo que aparentemente se autoinfligió le provocó pérdida de masa encefálica. En la fiscalía de Garzón, se cuenta con el mismo informe, que incluye las imágenes y se están recopilando testimonios. El fiscal actuó con celeridad, dada la gravedad de la situación.
Horas antes de que se diera a conocer este nuevo episodio de inseguridad protagonizado por un miembro de la Policía, el ministro de Seguridad, Juan Pablo Quinteros, se encontraba junto con el estado mayor de la fuerza en villa El Nylon. En esa ocasión, se había observado a bandas armadas exhibiendo un verdadero arsenal el día anterior, en medio de un conflicto que podría estar vinculado al enfrentamiento de barras bravas del fútbol local.
Quinteros seguía de cerca el procedimiento cuando sonaron los teléfonos. Habían asistido al hombre que se había disparado después de robar el Prisma, y los primeros informes indicaban que era un miembro de la Policía. La situación era grave.
Sobre el asunto, el titular de Seguridad dijo: “En el marco de un operativo que estábamos realizando en villa El Nailon, surgió la noticia de la sustracción de un automotor, aquí se dio con el vehículo”. El funcionario agregó que “hubo una persecución, un intercambio de disparos y el sujeto que había sustraído el vehículo resultó herido”.
Luego, con el correr de las horas, se conocerían los detalles.
No obstante, las cosas no están para nada resueltas. La presunción más firme es la que guía la investigación de la fiscalía, pero continúa realizando todo tipo de pruebas a los oficiales que intervinieron en el operativo. Una de ellas, según confirmaron los investigadores, es la de dermotest, para saber si dispararon sus armas.
De momento, no hay imputados por el hecho. Tampoco, detenidos.
El hecho
El sargento Loases, un individuo desempeñando labores de "cartero" en las unidades judiciales y activo en funciones administrativas, agredió a la dueña de un Chevrolet Prisma en la calle Peñaloza 2735, ubicada en el barrio Poeta Lugones, al norte de la ciudad de Córdoba.
El raid inició con el robo de un Chevrolet Prisma.No está claro si utilizó su arma para amenazar. Sin embargo, se dio a la fuga hacia el este en dirección al barrio Talleres, siendo localizado gracias al rastreo del GPS de un teléfono móvil que también había sustraído.
Inicialmente, se creía que había resultado herido por la policía en el domicilio de la calle Chavisacate 1878, donde intentó evadirse.
Con el transcurso del tiempo, la hipótesis cambió: surgió un video que mostraba al sargento disparando su propia arma apuntando a su cabeza, presuntamente en tres ocasiones. En el último intento, se habría infligido una herida grave. "Según el avance de la investigación, se presume que se autolesionó. Esta conclusión se basa en diversos elementos aportados al caso", afirmó el fiscal Garzón.
En el futuro, los oficiales involucrados en el operativo podrían ser convocados a declarar, aunque hasta el momento no se han tomado medidas en su contra.
"La investigación del robo calificado de un automóvil a una mujer continúa. Se están indagando todos los aspectos relacionados con ese incidente", detalló el fiscal. Los investigadores trabajan arduamente para recopilar evidencia que permita a la fiscalía comprender con precisión la historia del sargento convertido en delincuente.
Antecedentes laborales
Hasta ahora, se sabe que gestionó algunas carpetas médicas, pero por periodos breves que no resultaron significativos.
Es relevante destacar, según los cuerpos de investigación, que al hombre se le había prohibido el uso de armas de fuego y se dedicaba exclusivamente a labores administrativas.
En tanto, no hay información disponible sobre su pasado más reciente, aunque era reconocido en las unidades judiciales de la ciudad capital, especialmente en la zona norte del área urbana.
Nada indicaba este desenlace, al menos entre aquellos pocos que se atrevieron a hablar sobre él, no había sospechas. En consecuencia, la fiscalía sigue conectando las piezas para reconstruir los días previos al ataque llevado a cabo por el policía que ahora se encuentra en estado crítico en el hospital.
No se tienen registros de antecedentes penales en su contra. El testimonio de su familia y compañeros de la fuerza será crucial para entender los minutos previos a la decisión tomada por el policía.