Martes 7.7.2020
/Última actualización 7:26
La jueza Susana Luna ordenó este lunes la prisión preventiva para dos policías acusados de la “tentativa de homicidio calificado por el uso de arma de fuego” de un vecino, al que sacaron de su casa a golpes para luego dispararle en plena vía pública. Se trata de los agentes Cristian Alberto García (39) y Jorge Alberto Aguiar (56), a quienes el fiscal Andrés Marchi investiga por el hecho ocurrido la madrugada del 1° de julio.
Habían pasado unos minutos de las 2 de la mañana cuando la víctima escuchó ruidos extraños afuera de su casa, ubicada en Monseñor Zaspe al 4100. Los policías ingresaron al lugar y comenzaron a propinarle “cañonazos” con un arma, además de golpes de puño y patadas, y así lo arrastraron por la puerta hasta encontrarse en la vereda frente a la casa. Una vez allí y según lo relatado por la propia víctima, García lo encañonó apuntando directamente a su cabeza.
En su desesperación, el hombre intentó arrebatarle el arma a su agresor, quien disparó, provocando lesiones en la mano izquierda y en la región occipital del cráneo de la víctima. Pero esto no fue todo, ya que los policías efectuaron múltiples disparos alrededor del hombre, lo que para Marchi fue un claro gesto “intimidatorio” utilizado para “marcar su presencia en el lugar”.
La primera llamada al 911 la realizó uno de los agresores que, agitado, se identificó como “el sargento Aguiar” y dio aviso de un herido de arma de fuego en el lugar, detallando que estaba boca abajo y sin signos vitales. Además, según la declaración de una testigo, los oficiales retiraron los casquillos de la escena utilizando linternas, ya que la visibilidad en la zona durante la madrugada es baja.
Hasta el momento, se han recolectado numerosos testimonios, incluyendo el de un hermano de la víctima que asegura que vió a García media hora antes del hecho y este le preguntó si su hermano estaba en la casa y le dijo que quería hablar con la madre de ambos, porque alguien le había robado.
Tras el hecho, la víctima fue trasladada al Hospital Cullen. Presentaba múltiples lesiones en su cuerpo y un proyectil alojado entre la talla externa e interna de la región occipital, según el informe médico legal. El fiscal señaló que el hombre dijo que el día después del incidente García le pidió disculpas.
Los defensores particulares Hilda Knaeblein y Sebastián Gervasoni cuestionaron que sus defendidos, que son cuñados, fueran los autores del hecho y también apuntaron contra la calificación legal escogida por la fiscalía, que para ellos no debería pasar de “lesiones dolosas graves” y “abuso de armas”. Expusieron que Cristian García lleva 18 años trabajando en la fuerza de seguridad, mientras que Jorge Aguiar 28, que son padres de familia y que padecen de distintas enfermedades que la reclusión empeoraría. Ofrecieron medidas alternativas a la prisión preventiva, entre ellas que se muden a Sauce Viejo.
La jueza Susana Luna consideró que la atribución realizada por el fiscal “está bien enmarcada” y que “ha existido dolo homicida”, debido a que el disparo fue en una zona vital, realizado por una persona “que tiene un conocimiento que supera la media. No estamos hablando de cualquier persona sino de agentes de la fuerza policial que conocen bien lo que significa el impacto de un arma en una zona determinada”.
“Las posibilidades eran muy altas de que se produzca la muerte en una región tan vulnerable y tan sensible como es la cabeza” consideró Luna, que además hizo hincapié en que “la víctima no sólo en ese momento, sino a posteriori, menciona a dos personas y brinda la identidad” de los agresores.
“Estamos ante la probabilidad, y estamos ante circunstancias que deberán ser probadas, tiene que avanzar la investigación. Pero hoy por hoy, los elementos que se han aportado y fundamentalmente la declaración de la víctima testigo es determinante a la hora de la individualización y de cómo sucedieron los hechos”, destacó.
La jueza resolvió disponer la medida cautelar de máxima para los policías García y Aguiar y ordenar que sean ambos revisados por el médico previo al ingreso al lugar donde se encuentren detenidos, para chequear su estado de salud actual y para visualizar también si necesitan algún tipo de atención específica, atenta a lo expresado por la defensa.
Además de ser policía, Cristian Alberto García posee carribares y se lo conoce como “El Loco de la Hamburguesa”, según argumentó su defensa