Este lunes en horas de la mañana en el Palacio de Tribunales de la ciudad de Buenos Aires, tres policías prestaron declaración en el marco del caso por el crimen de Lucas González en Barracas.
Fabián López y José Nievas respondieron abiertamente en la indagatoria, mientras que Gabriel Isassi se negó e indicó que se sentía “amenazado”.
Este lunes en horas de la mañana en el Palacio de Tribunales de la ciudad de Buenos Aires, tres policías prestaron declaración en el marco del caso por el crimen de Lucas González en Barracas.
Los agentes Fabián López y José Nievas admitieron haber disparado contra el vehículo en el que los adolescentes volvían del entrenamiento, mientras que el inspector Gabriel Isassi, el de mayor rango entre los detenidos, se negó a responder preguntas.
Isassi llevó un discurso armado previamente, en el que expuso que una orden judicial avalaba su tarea en la zona. Además, afirmó que el auto en el que viajaban Lucas y sus amigos era compatible con otro relacionado a una causa por narcotráfico. Aseguró que él y sus compañeros llevaban chalecos que los identificaban como policías y que dieron la voz de alto. Al sentirse "bajo amenaza" por los adolescentes, dispararon, aunque no precisó quién.
Más tarde, en tanto, los fiscales recibirán a los tres amigos de Lucas que sobrevivieron a los disparos policiales pero fueron inicialmente detenidos en el marco del operativo montado por los efectivos y hasta llegaron a ser encausados hasta que el juez de Menores que intervino en el inicio del caso los sobreseyó.
El martes, por su parte, fueron convocados a declarar los padres de Lucas, Cintia López y Mario González, quienes el pasado viernes, junto a su abogado, Gregorio Dalbón, encabezaron una marcha sin banderas políticas para pedir justicia en la puerta de los tribunales situados en Talcahuano 550 a las 19 del 23 de noviembre.