Danilo Chiapello
[email protected]
Fueron sorprendidos en medio de una confusa situación. Hay versiones encontradas. Investiga la División Judicial.
Danilo Chiapello
[email protected]
“La situación es extraña... y sin dudas, también es irregular. Así y todo no podemos afirmar de manera categórica la comisión de un delito. Por eso estamos investigando”. La frase -contundente- pertenece a un alto jefe de la Unidad Regional I y refiere al caso de los cuatro policías que fueron detenidos en confusas circunstancias.
La secuencia se inició esta madrugada. Eran cerca de las 4 cuando un móvil del Comando Radioeléctrico se encontraba patrullando en jurisdicción de Barranquitas.
De pronto, a los agentes les llama la atención los movimientos que realizaba una Volkswagen Suran que circulaba por la zona de Iturraspe y terraplén Irigoyen. Tras algunas marchas y contramarchas, la Suran finalmente se queda estacionada.
Los hombres del Comando deciden que es el momento ideal para ir a chequear dicho vehículo y ver qué estaba ocurriendo.
Con prendas policiales
Pero ni bien se aproximaron la sorpresa fue mayúscula. Quien se encontraba al mando de la Suran era un hombre que vestía prendas policiales. Y que de inmediato se identificó como personal policial.
Cuando se lo interrogó sobre el motivo de su presencia en el lugar, la respuesta siguió a tono con la situación: “Estamos haciendo un procedimiento”, dijo ante los agentes que no salían de su asombro. Y agregó: “Venimos en persecución de un individuo al que vimos que deambulaba armado y que se ocultó dentro de una vivienda”.
Segundos después los agentes del Comando observan que desde un inmueble de la zona salen otros tres hombres, vestidos también con uniformes policiales, con el secuestro de un arma de fuego y un joven al que traían “esposado”.
Estos últimos policías además portaban un ariete (poderoso implemento que se utiliza en los allanamientos para violentar puertas).
No te creo nada
Las explicaciones dadas por estos supuestos policías no convencieron del todo a los agentes del Comando que, ante la duda, comunicaron lo que estaba ocurriendo a sus superiores.
En cuestión de minutos llegó al lugar el subjefe del Comando Radioeléctrico. Y como a él tampoco le cerró el caso, ordenó el traslado de todos los involucrados hasta la seccional 6ª (corresponde por jurisdicción) y solicitó la presencia de los jefes de la Agrupación Cuerpos.
Una vez que arribaron estas últimas autoridades, las dudas siguieron flotando en el ambiente. Mucho más ante una nueva versión de los hechos.
Los policías involucrados dijeron que se encontraban franco de servicio. Agregaron que habían concurrido a una cena y que a su regreso observaron a un muchacho que circulaba por la vía pública exhibiendo un arma de fuego, motivo por el cual decidieron interceptarlo.
Detenidos e incomunicados
De todo lo expuesto, se le dio conocimiento a la fiscal en turno, doctora Gabriela Arri, quien dispuso que se le dé intervención a la División Judiciales de la Unidad Regional I a los fines de realizar las diligencias particulares tendientes al aseguramiento de medios de prueba.
Así las cosas, la situación de los acusados pasó a revestir calidad de detenidos e incomunicados.
No supieron responder cuestiones puntuales
Según trascendió, los implicados en este tema no supieron responder ciertas cuestiones puntuales.
A saber:
* Si estaban de franco, qué hacían los cuatro uniformados.
* Si cumplían con un procedimiento, por qué se conducían en un vehículo particular.
* Qué hacían los cuatro juntos, cuando se sabe que pertenecen a distintas dependencias.
En este sentido, voceros confiables precisaron que los involucrados en este suceso forman en la siguientes secciones: Uno es del GOE (Grupo Operaciones Especiales); dos del Comando Radioeléctrico y el restante de la 6ª Zona de Inspección.
Buena reacción
Más allá del trago amargo que significa este hecho para la familia policial, autoridades de la Unidad Regional I, destacaron el correcto proceder que tuvo el personal del Comando Radioeléctrico.
Al respecto apuntaron que “toda esta tarea es el resultado del rápido accionar del personal policial que aplicó la perspicacia necesaria para clarificar la veracidad de los hechos. Así, se tomaron las decisiones que corresponden al deber policial, más allá de las características extraordinarias de la situación”.