El portero del edificio que explotó por un escape de gas en 2013 y en donde murieron 22 personas en Rosario, aseguró este lunes en el juicio que “el ruido era ensordecedor” y que vio al gasista irse del lugar, por lo que inmediatamente se dio cuenta de “que iba a ocurrir una catástrofe”.
La audiencia, en la que se juzga a 11 personas por estrago culposo agravado, se desarrolla en los tribunales de Rosario, donde declaró el portero Pedro Flores en calidad de testigo. “Cuando comenzó la fuga de gas, el olor era impresionante, el ruido era ensordecedor como las turbinas de un avión. Todo se cubrió de un humo oscuro, no me imaginaba que eso era así, e inmediatamente me di cuenta de que iba a suceder una catástrofe”, relató Flores.
Con voz quebrada, entre lágrimas, el trabajador aseguró que pensó que de allí “no iba a salir más” y que ése iba a ser “su último día. Pensé en mis hijos, en mi esposa y en las personas que vivían allí, a las que conocía”. “Me quedé paralizado por un instante y sólo Dios sabe cómo salí de allí”, completó.
Contó que él recibió al gasista, Carlos García, quien iba a realizar el cambio del “regulador” de gas del edificio, ya que había problemas de baja presión. “Me pidió acceder a un departamento para testear el funcionamiento de los artefactos y subimos al octavo piso, le pedimos permiso a la señora que estaba. Prendió el calefón y me pidió que me quedara para controlar si se apagaba; entendí que iba a cerrar las llaves, pero el calefón nunca se apagó”, relató.
Cuando llegó al palier de la planta baja, “en medio de una tremenda oscuridad”, se cruzó con el gasista y que “a los gritos y desesperado” le preguntó: “¿Qué has hecho? ¡Va a morir mucha gente!”. “Él estaba con el celular en la mano y me dijo que estaba llamando a Litoral Gas -empresa prestataria del servicio- que no se comunicaba y lo vi cuando se subió a la chata en la que había llegado y se fue”, narró.
Ante una audiencia que escuchaba conmovida el relato, Flores añadió que salió “a la calle -Salta- para ayudar a cortar el tránsito” y que cuando estaba en eso, “escuchó el estallido”.
A pedido del fiscal, Miguel Moreno, se exhibió un video tomado por una cámara de seguridad de un banco, ubicado en la esquina de la calle Salta y bulevar Oroño, a media cuadra de donde ocurrió la explosión. Según esa prueba, la fuga de gas comenzó a las 9.28 y a las 9.39 se observa la explosión.
Al comienzo del juicio, la fiscalía pidió la pena de cinco años de prisión efectiva para 9 de los 11 imputados por estrago culposo agravado, exceptuó a Guillermo Oller y Luis Curaba, ambos reclamistas de Litoral Gas. Por su parte, la querella solicitó la misma pena pero para todos los acusados por el estrago que provocó la muerte de 22 personas.