Desde hace un tiempo los bandidos rurales vienen haciendo de las suyas en Gobernador Candioti.
Delincuentes mataron a tiros una vaquilla para luego seccionarle sus cuartos traseros y delanteros. Hubo varios similares en la zona.
Desde hace un tiempo los bandidos rurales vienen haciendo de las suyas en Gobernador Candioti.
La reiteración de estos hechos y la falta de soluciones ha generado lógica preocupación entre los productores de esta apacible localidad ubicada a 30 kilómetros de la capital provincial.
Uno de los recientes damnificados es Rubén José Morello (71), modesto productor agropecuario que regentea un campo ubicado en el camino 82 S, esto es, unos 1.600 metros al este (en dirección a Arroyo Aguiar) donde tiene vacunos de la raza Braford.
La semana pasada autores ignorados mataron a tiros uno de esos ejemplares (una vaquilla de 350 kilos); luego le seccionaron sus cuartos traseros y delanteros para finalmente darse a la fuga.
Si bien lo ocurrido fue formalmente denunciado en la policía, nunca se logró su esclarecimiento.
"Lo que a mí me pasó no es algo nuevo, es una de las prácticas más añejas en el ámbito rural. Lo que realmente preocupa es la reiteración de estos hechos y la falta de respuestas por parte de los organismos que tienen que dar seguridad", remarcó Morello en diálogo con El Litoral.
"Mi caso no fue el único ya que estamos en conocimiento de otros hechos similares en campos vecinos. Una de las zonas más castigadas es la que está cercana a la costa del río Salado. Sabemos de cuatreros que llegan en canoa, hacen algún desastre, y luego escapan por agua con la embarcación", agregó.
"Creemos que no se trata de grandes bandas delictivas. Son pequeños grupos de malvivientes que se dedican a esto. Tienen un mismo modus operandi que es el siguiente: matan al animal de un tiro y luego lo despostan".
En cuanto al destino de la carne del vacuno, el productor estimó que "tenemos la sospecha que la carne es comercializada en negocios de la zona. Eso es evidente. Por esto también nos llama la atención que Bromatología no haga inspecciones en estos lugares", señaló.
Más adelante Morello indicó que "todas las veces que me han entrado hice la denuncia. Estas últimas veces directamente hice el trámite en Asuntos Internos, para ver si podía cambiar la suerte. Pero nada.... todo sigue igual".
En este sentido sostuvo que "por todo esto es que la gente se cansa y ya no hace la denuncia. Ahí es cuando entramos en una zona de alto riesgo porque un día algún productor se va a enojar en serio y va a empezar a los tiros. Entonces vamos a perder todos", sentenció.
Por último no tuvo buenos augurios mirando hacia el futuro. "La verdad es que no creo que esto se corte. Todos los años pasa lo mismo en distintos lugares. Hay cuatreros que matan solamente un animal, pero también hay bandas que roban una jaula completa. Cuando se acerca el fin de año se sabe que crece el robo a quienes tienen lechones. Es una cadena que no termina nunca", sentenció.