La inseguridad en la ciudad de Santa Fe suma otro triste capítulo. Este miércoles a primera hora, se conoció que delincuentes robaron en la Basílica de Guadalupe, ubicada en el corazón del homónimo barrio residencial de la capital provincial.
Ladrones rompieron un vidrio e ingresaron al inmueble. Se llevaron un TV y un ventilador. Preocupación por reiterados robos en la zona.
La inseguridad en la ciudad de Santa Fe suma otro triste capítulo. Este miércoles a primera hora, se conoció que delincuentes robaron en la Basílica de Guadalupe, ubicada en el corazón del homónimo barrio residencial de la capital provincial.
En diálogo con El Litoral, el Padre Olidio Panigo relató lo sucedido. “Esta mañana cuando ingresamos a la basílica vimos que en una de las ventanas del lado oeste, rompieron un vidrio y lograron abrir dos ventiluz para ingresar”, dijo el cura.
Entre los elementos que sustrajeron, Panigo destacó un Televisor Smart de 39 pulgadas y un ventilador industrial. En ese sentido, explicó: “Estamos viendo las cámaras de seguridad para intentar detectar algo”.
No es la primera vez
Al ser consultado, Panigo comentó que el año pasado, cuando fue la presentación del coro y la sinfónica en un concierto, “habían entrado alguien a la Sacristía y robó elementos del director de la orquesta. Con las cámaras logramos identificar a la persona que cometió el hecho”.
Situación repetida en Guadalupe
Al igual que en muchos de los barrios de la capital santafesina, la inseguridad golpea fuerte en Guadalupe. De eso da cuenta el propio Panigo al decir: “Es una situación que se repite dentro del barrio. Casualmente me lo comentó un vecino ‘es tremenda la cantidad de robos que se están dando a través de arrebatos en la calle a ancianos’”.
“Hace unos días una persona de la comunidad le arrebataron algo, la tiraron al piso y terminó quebrada. Se repite bastante con los que andan en moto. Llama la atención porque es una iglesia, como sucede con una escuela o un centro de salud. Es una pauta de la decadencia social donde las instituciones que están al servicio de la sociedad no son respetadas”, reflexionó el cura.
Para cerrar, Panigo destacó: “Es toda una cadena que fomenta el delito. Muchas veces detrás de esto está la droga. Se roba para poder vender y obtener dinero para comprar estupefacientes”.