"Nunca pidas ni prestado y mucho menos regalado", dice el refrán popular al que José, un noble vecino de barrio Barranquitas de la ciudad de Santa Fe, no le hizo caso.
La víctima fue José, un jubilado de barrio Barranquitas. Dejó un Ford Focus estacionado en pasaje Leiva 3600. Delincuentes le robaron dos ruedas, también la de auxilio, y parte del equipamiento interior.
"Nunca pidas ni prestado y mucho menos regalado", dice el refrán popular al que José, un noble vecino de barrio Barranquitas de la ciudad de Santa Fe, no le hizo caso.
El hombre en cuestión jamás imaginó la odisea en la que se iba a embarcar la mañana del miércoles cuando pidió prestado un vehículo para llevar a su nieto y tres jóvenes más (todos cadetes de policía) hasta la escuela que dicha fuerza tiene en la ciudad de Recreo.
Al tener su camioneta Kangoo con un problema, José recurrió a un amigo que le prestó un Ford Focus para realizar dicho trámite. Pero ya en pleno recorrido comenzaron las complicaciones.
En un momento del viaje José se "tragó" un badén que le ocasionó una rotura en la parte delantera del automóvil y le impidió seguir su recorrido. Ante ello llamó una grúa para llevar el coche hasta un mecánico.
Sin embargo también en esta parte se encontró con otro inconveniente. El mecánico le dijo que no tenía lugar para ingresar el automóvil al taller. No obstante le propuso dejar el rodado estacionado en la calle con la promesa de atenderlo al día siguiente.
Así fue que el Ford Focus pasó la noche estacionado en pasaje Leiva al 3600. Pero en la mañana del jueves cuando José fue dispuesto para ingresarlo al taller se encontró con lo peor.
El vehículo ya no tenía sus dos ruedas del lado derecho, también le faltaba la rueda auxiliar, ademas del equipo de audio y gran parte de los elementos del tablero.
Ya entrada la mañana del jueves José seguía observando los despojos del vehículo buscando alguna explicación. "Jamás pensé que podía pasar algo así... encima el auto no es mío, es de un amigo. Nunca más vuelvo a pedir nada", dijo casi al borde las lágrimas.
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