Este jueves por la mañana se difundió el primer fallecimiento de una persona con dengue en la ciudad de Santa Fe. La muerte se produjo el 30 de marzo pero la información se conoció el miércoles a última hora. Se trata de una mujer de 69 años, residente en barrio Sargento Cabral de esta ciudad que no tenía comorbilidades, según confirmaron autoridades sanitarias de la provincia.
Precisamente, de acuerdo a los datos difundidos desde el Ministerio de Salud, manifestó síntomas el 21 de marzo, fue internada el 25 de ese mes y falleció el 30. El deceso fue en un efector privado de esta ciudad capital.
Es la segunda muerte confirmada con dengue en la provincia luego del fallecimiento, a medidas de marzo, de un hombre de 77 años, con enfermedades preexistentes, en la ciudad de Reconquista.
La novedad se conoció apenas horas antes de la difusión del último reporte, que arrojó un total de 10.805 casos de dengue en toda la provincia, desde el comienzo del brote. La mayoría, como ya viene siendo habitual, pertenecen al departamento General Obligado (5665), pero hay un fuerte crecimiento también en el departamento Rosario (2069), la mayoría en la ciudad cabecera.
Ya son dos los fallecidos en la provincia.
En el departamento La Capital, el reporte semanal es de 546 casos, de los cuales 476 son de la ciudad de Santa Fe.
Otro dato que surge de la estadística semanal es la fuerte dispersión de casos positivos en todo el territorio provincial: solo en La Capital y a modo de ejemplo, son 11 las ciudades y localidades que presentan casos de dengue.
Tanto la ministra de Salud de la provincia Sonia Martorano (desde Rosario), como el secretario del área, Jorge Prieto, y la directora de Epidemiología, Carolina Cudós (desde Santa Fe) hicieron hincapié en algunas cuestiones puntuales referidas al actual brote: que las condiciones climáticas favorecen la presencia del mosquito vector de la enfermedad; que la situación es compleja en toda la región, con muchos casos en los países limítrofes (Brasil, Bolivia y Paraguay y, un poco más lejos, Perú) y que es fundamental realizar tareas de descacharrado para evitar la propagación del Aedes aegypti que transmite la enfermedad cuando pica a una persona infectada y luego a otra que está sana.
La otra coincidencia estuvo en que no se avizora aún un cese de casos positivos: serían necesarias unas dos semanas de baja temperatura para que disminuya la circulación de los mosquitos.
"Las proyecciones tienen que ver con la temperatura", dijo categórica Martorano. Y recordó que el primer brote de dengue en la provincia data del año 2009: "De ahí en más los casos fueron en aumento", teniendo en cuenta que los nuevos brotes epidemiológicos se registran cada tres o cuatro años.
"El Aedes aegypti está instalado en al provincia donde tenemos un clima subtropical con calor y humedad, condiciones que son favorables para su desarrollo", consideró.
A esto se suma la migración humana entre provincias y hacia países de la región donde los casos de dengue se multiplican.
476 casos se informaron sólo en la ciudad de Santa Fe.
Las claves
"Hay que trabajar fuertemente en la prevención porque es de bajo costo y de alto impacto", insistió la ministra como lo hacen todas las autoridades del área y de todas las jurisdicciones: "Salgamos al patio, a la terraza, al balcón y al jardín, demos vuelta los recipientes que juntan agua, cepillemos los bebederos de las mascotas", mencionó como ejemplos de las tareas de descacharrado, con la premisa de que "si no está el mosquito no tenemos dengue".
Por su parte, Prieto señaló que "desde septiembre estamos advirtiendo sobre la posibilidad de tener un brote de dengue y de chikungunya". De esta enfermedad,que también es transmitida por el mismo mosquito, hay 80 casos en la provincia.
Otro de los temas recurrentes de consulta es la distribución del repelente elaborado por el LIF: al respecto, Cudós aclaró que el producto no se reparte en forma masiva a toda la población sana sino a personas que comenzaron con síntomas para que no sigan contagiando.
Además, consignó que "la prevención se hace durante todo el año pero la responsabilidad de la prevención primaria es de las comunas y los municipios", mientras que provincia y Nación apoyan en capacitación y otras tareas.
Sin embargo insistió en que "todos tenemos que hacernos responsables, y el único modo que vamos a tener para controlar la enfermedad es no tener mosquitos en nuestras casas".
La consulta médica ante los primeros síntomas (fiebre, dolor muscular, de cabeza y detrás de los ojos), el uso de repelente, sobre todo en las primeras horas de día y al atardecer, y el descacharrado cuidadoso de las viviendas siguen siendo las principales recomendaciones para evitar la propagación de la enfermedad.