Cuatro policías retirados y un policía en actividad quedaron en prisión preventiva por 90 días en el marco de una investigación que encabeza el fiscal Martín Castellno a una asociación ilícita dedicada a los juegos de azar clandestinos.
Se trata de cuatro policías retirados y un oficial en actividad a quienes se les atribuyó la coautoría del delito de asociación ilícita en calidad de organizadores. La audiciencia se extendió por 12 horas.
Cuatro policías retirados y un policía en actividad quedaron en prisión preventiva por 90 días en el marco de una investigación que encabeza el fiscal Martín Castellno a una asociación ilícita dedicada a los juegos de azar clandestinos.
La medida cautelar fue impuesta por el juez Javier Bottero en una audiencia que se llevó a cabo de forma remota en los tribunales de la ciudad de Rafaela, que comenzó minutos después de las 15:00 del viernes y finalizó pasadas las 3 de la madrugada del sábado.
Los cuatro policías retirados que son investigados son JAG de 52 años; JPB de 48 años; JJAP de 51 años; y FEF de 57 años. Por su parte, el integrante de la fuerza imputado y que está en actividad es FFA de 39 años.
El fiscal Castellano detalló que los imputados “JJAP, FEF y JPB fueron jefes de la Unidad Regional V Rafaela de la policía provincial. Por su parte, JAG fue jefe de la Agrupación de Unidades de Orden Público (AUOP), mientras que FFA integró la Agrupación Cuerpos de la Unidad Regional V. En ambos casos, también en la Unidad Regional V Rafaela”.
En la misma investigación, hay otras 12 personas –todos civiles– que ya fueron imputadas por el fiscal Castellano.
Antes de debatir acerca de las medidas cautelares, el fiscal Castellano realizó la imputación de los policías.
A los cinco hombres les atribuyó la coautoría del delito de asociación ilícita en calidad de organizadores. Además, a los imputados de iniciales JPB, FEF y FFA les endilgó –en concurso real– ser partícipes necesarios del delito de organización, administración, operación y explotación de sistemas de captación de juegos de azar sin contar con la autorización pertinente emanada de la autoridad jurisdiccional competente.
“Los cuatro policías retirados y el policía en actividad junto a otros dos civiles de sexo masculino que ya habían sido imputados anteriormente –de iniciales DAIP y MGU–, acordaron constituir y formar parte de una asociación de carácter delictivo de manera estable, con suficiente organización y roles definidos (aunque dinámicos)”, comenzó explicando el fiscal Castellano en la audiencia.
El funcionario del MPA sostuvo que “la asociación ilícita estaba destinada al ejercicio regular y habitual de organización, administración y explotación de juegos de azar que no contaban con la debida autorización emitida por las autoridades competentes en la materia”.
“Los civiles investigados entregaban parte de las ganancias obtenidas de la actividad ilegal a los policías en los períodos en que cada uno de ellos formó parte de la asociación ilícita, conforme a un acuerdo existente para el reparto de las ganancias”, describió el fiscal.
El fiscal argumentó que “la entrega del dinero era a raíz de la protección policial que brindaban para que las actividades delictivas de la organización criminal sean factibles y desarrolladas con los menores contratiempos posibles”.
Castellano especificó que “el accionar ilícito de los imputados consistió en brindar información –incluso de investigaciones fiscales en curso– para que los civiles conserven a resguardo las ‘salas’ de juego”. También subrayó que “impartieron instrucciones para optimizar el rendimiento de la explotación ilegal; volcaron su influencia para obstruir o inhibir cualquier tipo de control, actuación o procedimiento policial y facilitaron las condiciones necesarias para que las ‘salas’ pudieran habilitarse, mantenerse en el tiempo o bien cerrarse temporalmente, incluyendo el suministro de información sobre investigaciones fiscales en curso”.
Castellano añadió que “los pagos eran de entre 120 y 280 mil pesos y se hacían de forma semanal, quincenal o mensual de acuerdo a la modalidad establecida por el jefe policial de turno”. También precisó que “algunas entregas de dinero se hicieron en el edificio de la Jefatura de Policía de Rafaela, pero otras las hacían personalmente los civiles imputados en la vía pública”. En tal sentido, refirió a los lugares en los que se concretaron y enumeró “la intersección de la avenida Mitre y calle José Ingenieros; inmediaciones de calle Primera Junta a la altura de una de las tribunales laterales del estadio del Club Atlético Rafaela; y la avenida Roque Sáenz Peña frente al monte de eucaliptus”.
Castellano advirtió que “a partir de enero de 2017, a los hechos delictivos que constituían el objeto de la asociación ilícita desde su inicio, se añadió el ejercicio habitual y continuo de la actividad de organización, administración y explotación de juegos de azar sin autorización”. El fiscal explicó que “estaba dirigida a un público indefinido y variado que concurría de manera fluida y asidua a los establecimientos puestos a disposición a tales fines o bien ingresaba a páginas online para disputar los juegos de azar”.
“El entramado de negocios ilegales indicados fue desplegado en cuatro inmuebles en la ciudad de Rafaela, dos en Sunchales y uno en la localidad de Ramona”, afirmó y agregó que “mediante la puesta a disposición de locales físicos de acceso libre en los cuales los asistentes disputaban juegos de azar mediante la utilización de máquinas y equipamientos electrónicos o bien a través de la modalidad denominada ‘juego o casino on-line’”.
El fiscal del MPA también concluyó que “a estos fines, los miembros de la organización vendían ‘créditos’ para que los adquirentes ingresen a sitios web que se les indicaba en condiciones de disponer de recursos para apostar en el marco de partidas online de juegos de azar, asumiendo la misma, en consecuencia, la condición de intermediaria en el flujo de dinero entre los portales web de apuestas y los jugadores”.