Un hombre quedó en prisión preventiva este lunes luego de que se le atribuyera una tentativa de homicidio ocurrida en febrero, en pleno barrio Nueva Esperanza. Se trata de la segunda persona en quedar tras las rejas por el incidente investigado (el primero fue su hermano).
El fiscal Gonzalo Iglesias investiga la "tentativa de homicidio calificada por el uso de arma de fuego" que tuvo lugar la madrugada del lunes 8 de febrero de este año, alrededor de las 3, cuando la víctima salió de su casa ubicada sobre calle Azopardo al 8900 y recibió un escopetazo. Tras la detención de Franco Exequiel Schneider, el juez Leandro Lazzarini ordenó que permanezca en prisión preventiva, al igual que su hermano Luciano Gabriel Espinoza, quien fue privado de su libertad a los pocos días del hecho.
La defensa de Schneider está a cargo del abogado particular Néstor Pereyra, quien tildó de "excesiva" la acusación y solicitó la libertad de su cliente, ofreciendo una serie de medidas cautelares alternativas, las cuales fueron rechazadas por el magistrado interviniente.
Conflictos previos y una enemistad de larga data entre vecinos habrían sido los causantes del terrible episodio en el que un joven casi pierde la vida. Días antes de la madrugada en cuestión la hermana de la víctima y la hermana de los imputados se habrían trenzado en una discusión que se les fue de las manos y terminó en agresión física. Sus hermanos intervinieron, y todo quedó muy tenso entre las dos familias.
Según declararon las testigos, el domingo 7 de febrero los hermanos Schneider y Espinoza se pasaron un buen rato afuera de su casa, gritándoles, insultándolos y arengando para que alguien saliera a "agarrarse a piñas". Un par de horas más tarde, ya entrada la madrugada del lunes, volvieron a acercarse a la vivienda, ya que residen a unos 50 metros de allí.
Cansada de esta situación, la víctima decidió salir a ver qué pasaba. Fue entonces que vio a Espinoza con una escopeta. No llegó a mediar palabra, ya que su vecino le disparó, impactando de lleno en el abdomen y arrojándolo al piso.
Sus hermanas, que estaban en el interior de sus viviendas, escucharon dos detonaciones y salieron de inmediato. Una de ellas llegó a ver a Espinoza con una escopeta recortada, y a Schneider con un revólver en su mano, antes de que los hombres salieran corriendo.
Entre las dos socorrieron a su hermano, que perdía sangre, y como la ambulancia tardaba demasiado lo trasladaron de manera particular al Hospital Iturraspe. Allí fue atendido. Presentaba perforación en el estómago y en los intestinos delgado y grueso, además de heridas producto de la perdigonada y compromiso respiratorio. El joven fue llevado directamente a quirófano, donde le practicaron una cirugía laparoscópica y lograron salvarle la vida. Permaneció internado con asistencia respiratoria mecánica durante un tiempo, hasta que logró recuperarse y volvió a su casa.
El miércoles 10 de febrero fue detenido Espinoza, en su casa, en el marco de un allanamiento. Schneider ya se había ido de allí. Se mantuvo prófugo durante 6 meses, hasta que fue aprehendido la semana pasada. Permanecerá tras las rejas, al igual que su medio hermano, mientras avanza la investigación.