Viernes 31.3.2023
/Última actualización 17:37
Dos hombres de 59 y 62 años, uno de ellos oriundo de Córdoba, quedaron en prisión preventiva este viernes, luego de que los fiscales Rosana Peresín y Manuel Cecchini, les atribuyeran media docena de hechos cometidos en los últimos 6 meses, en inmediaciones de escuelas de la ciudad de Santa Fe.
La medida cautelar privativa de la libertad fue ordenada por el juez penal Gustavo Urdiales, y contó con la conformidad del defensor particular, Ramiro Carrasco, de cara a un inminente juicio abreviado.
Carlos Mario Olivera (62) un vendedor ambulante de la zona de Colastiné y Carlos Ricardo Cabral (59), oriundo de Estancia Vieja, Punilla, en la provincia de Córdoba, también brindaron su consentimiento a la hora de no confrontar la evidencia llevada a audiencia por las fiscalía.
Hurto calificado
Al parecer, los elementos de cargo reunidos hasta el momento resultan más que suficientes para tener por acreditada, en esta instancia del proceso, la participación de ambos en los dos últimos hechos registrados, el martes 28 y miércoles 29 de marzo.
Fueron imputados como coautores del delito de "hurto calificado por el uso de instrumento semejante a llave". En el caso del santafesino Olivera, uno consumado y otro en grado de tentativa; mientras que a su par cordobés se agregan otros dos sucesos denunciados en 2022.
Cabral y Olivera fueron apresados este miércoles en el horario de ingreso escolar, en inmediaciones del Colegio Inmaculada. Ambos se encontraban a bordo de un Volkswagen Suran, en calle 3 de Febrero al 2400, cuando fueron descubiertos mientras intentaban abrir con un inhibidor de señal un Renault Sandero.
Cartera y documentos
Ante el repentino operativo policial, los investigadores que les venían siguiendo la pista se enteraron allí mismo, por parte de una mujer, que denunció un día antes haber sido víctima de un hecho similar en calle 1 de Mayo al 1800, en cercanías de la Escuela Sara Faisal.
También en horario matutino, la banda conformada por los dos detenidos y un tercero cuya identidad se desconoce por el momento, utilizó "un inhibidor de señal de cierre centralizado de puertas y de alarma" para desbloquear un Citröen C4 Lounge gris topo, del que se llevaron una cartera, con un celular, lentes recetados, remedios, billetera con tarjetas y credenciales y una suma de dinero de entre diez mil y quince mil pesos.
En tanto, el cordobés Cabral, quien había sido detectado en Santa Fe en diciembre del año pasado en un Renault Megane blanco cuyo boleto de compra venta se encuentra a nombre de su hijo, fue imputado de otros dos hechos delictivos ocurridos en 2022.
El momento en que los investigadores concretan las capturas.Hasta una botella
En orden temporal, el primer delito se registra el 21 de septiembre de 2022, en horas del mediodía, en la playa de estacionamiento del Supermercado Día de Santo Tomé -calle Rivadavia al 1800-. En compañía de otro sujeto no identificado abrieron el baúl de una Renault Captur gris del cual sacaron una campera en la que la víctima guardaba $ 199.000.
Al mes siguiente, el 13 de octubre, en horas de la tarde, sacaron $ 30.000 que estaban en la guantera de un Toyota Corolla estacionado a mitad de cuadra sobre calle Moreno al 2700. En dicha oportunidad se alzaron con la rueda de auxilio, una llanta y una botella de champán que se encontraban en el baúl.
A propósito de su situación procesal, fuentes judiciales informaron que Olivera tiene una condena de 2017 por estafa en los tribunales de San Isidro, en la provincia de Buenos Aires; mientras que Cabral se encuentra imputado por dos hurtos con inhibidor, ocurridos en el 2019 en la ciudad de Esperanza.