Juliano Salierno | [email protected]
El juez federal Francisco Miño dictó la resolución este jueves, un día después de que el fiscal Walter Rodríguez pidiera una ampliación de indagatoria por nuevos delitos vinculados a un cargamento de 144 kilos de marihuana.
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Luis Alberto Paz fue procesado con prisión preventiva como jefe de una organización dedicada al tráfico de estupefacientes y por lavado de dinero de origen ilícito. La medida alcanza a su hombre de confianza en Santa Fe, el arquitecto Andrés Fernando Canteli; al narco rosarino Hugo “Gali” Díaz; y otras tres personas de Villa Constitución -Alejandra Urundé, Carlos Suárez y Claudia López- vinculadas a la actividad ilícita, todos ellos detenidos desde el lunes 10 de diciembre en un megaoperativo con 27 allanamientos que tuvieron epicentro en el country Los Molinos y la ciudad de Rosario.
El juez federal N° 2 Francisco Miño dio por acreditados, al menos en esta instancia del proceso, los hechos descriptos en la investigación emprendida por el fiscal federal N° 2, Walter Rodríguez. Para la Fiscalía, la actividad de Paz encuadra en lo previsto por el delito de “organización para el tráfico de estupefacientes y financiamiento” en concurso con “lavado de activos de origen ilícito”. En tanto, los restantes están señalados en su carácter de presuntos coautores de “tenencia de estupefacientes con fines de comercialización, agravado por el número de personas”.
“El Jefe”
Lo llamaban “El Jefe”, “El Tío” o “El señor de los cielos”, este último en honor a Armando Carrillo Fuentes, líder del cartel de Juárez en México, quien se dice que contaba con una flota aérea para el negocio ilegal. Los apodos refieren en todos los casos al hombre de 63 años, que durante su indagatoria el pasado martes 11 de diciembre se presentó como manager de boxeo y empresario. Si bien fue detenido el lunes 10 de diciembre por la mañana en uno de sus departamentos céntricos de Rosario, Paz llevaba casi dos años viviendo en el country Los Molinos de las afueras de Santa Fe.
El papá del “Fantasma” Martín Paz, asesinado en Rosario en septiembre de 2012 arriba de una cupé BMW 0KM a manos de sicarios de la banda Los Monos, se mudó a la capital provincial en busca de seguridad personal y tranquilidad para sus negocios, por lo que junto con sus cuatro hijas mujeres y otras personas de su entorno, formó al menos dos empresas (Paz SRL y La Nueva Esperanza SRL), ambas investigadas en el marco del presunto delito de lavado de activos provenientes del narcotráfico.
En familia
Para la Justicia, Paz tejió en Santa Fe una fina trama con el mundo de la delincuencia, que intentó “blanquear” en diferentes negocios y emprendimientos, para los que en gran parte se valió de su hombre de confianza en el lugar, el arquitecto Andrés Fernando Canteli, “Andresito”, como le dice en las escuchas. El profesional, caído en desgracia con el descalabro de un emprendimiento inmobiliario de la autopista Santa Fe-Rosario, encontró cobijo bajo el ala de uno de los empresarios narco más poderosos del territorio provincial.
Según indicaron fuentes cercanas al caso, Paz mantuvo vínculos esporádicos con los principales líderes narcos de la zona, como el caso del sargento de policía Oscar Baigoría -detenido en abril de este año- y el “Zurdo” Sergio Villarroel, preso y condenado por el delito de organización del comercio de estupefacientes por la Justicia Federal.
Si bien no siempre de manera directa, Paz tenía a su lado todo un séquito de parientes directos y no tanto, que participaron en distintas instancias del entramado ilegal y por lo que seguramente también deberán rendir cuentas ante la justicia.
El misterio de la camioneta
Un día después de que Luis Paz fuera detenido por la Policía Federal, efectivos de la policía provincial secuestraron 144 kilos y medio de marihuana que fue hallada abandonada, adentro de una camioneta Peugeot Boxer blanca, que estaba estacionada a la altura de calle Antonia Godoy al 4500 -barrio 7 Jefes-, a la misma altura de donde vive el arquitecto Canteli, que podría decirse que era “su mano derecha” en varios de sus negocios.
Por el hallazgo de esa droga el fiscal Walter Rodríguez pidió esta semana una ampliación de declaración indagatoria para Paz y Canteli, por considerar que el cargamento les pertenecía y que las detenciones impidieron que se contratara su colocación en el mercado local.