Este lunes, El Litoral dio cuenta de la situación que atraviesan vecinos y productores que viven en Santo Tomé y sus alrededores, los que viene siendo duramente golpeados por la delincuencia.
Así lo afirmó el presidente comunal de Colonia San José. Los hechos delictivos son cada vez más “pesados”, dijo.
Este lunes, El Litoral dio cuenta de la situación que atraviesan vecinos y productores que viven en Santo Tomé y sus alrededores, los que viene siendo duramente golpeados por la delincuencia.
Carlos Ingino, titular de la firma Figan, es uno de los damnificados. El empresario señaló que “tiempo atrás te robaban un animal, pero ahora directamente se quieren quedar con las casas”.
En sintonía con ese relato, quien ahora sumó su voz es Luis Chatelain, presidente comunal de Colonia San José, quien reveló que esa zona no escapa a los azotes de los malvivientes.
Escalada peligrosa
“Hace unos días una banda de delincuentes, todos armados, pretendió dar dos golpes en Colonia San José. Uno de los hechos ocurrió en la fábrica de lácteos Isabella y el otro en la casa de un productor en Empalme San Carlos. Por suerte no pudieron llevarse mucho porque en un caso sonó la alarma y en el restante llegó la policía”, dijo Chatelain en diálogo con este diario.
“Los hechos de abigeato habían aflojado un poco pero en este último tiempo han vuelto a reaparecer. La preocupación nuestra es que esto está pasando a mayores. Ya no es solamente que el robo de animales. Ahora atacan con armas de fuego. Está corriendo riesgo la vida de la gente, hay familias enteras en peligro”, sostuvo.
Cada vez peor
En otra parte el funcionario indicó que “esta zona se ha puesto complicada en materia de inseguridad. Los hechos son cada vez más ‘pesados’ y más seguidos. Sin más, anoche a un productor de la zona le robaron 5 vaquillonas.
“Quienes cometen estos delitos no es gente de acá, vienen de otro lado. Estamos a 1 kilómetro de una zona que la misma policía la define como zona roja, y que comprende el límite entre San José, Empalme San Carlos y San Agustín. Cuando algunos cruzan ese sector todo se pone mal.
Cansados
“Acá la gente se dedica solamente a trabajar y a producir. Hoy hablé con dos productores que quieren cerrar sus puertas e irse, porque están cansados de los robos.
Es una verdadera pena porque cada vez hay más taperas en los campos y menos gente viviendo en la colonia. Se van todos a los pueblos cuando lo correcto sería vivir tranquilamente en estas zonas de trabajo”, opinó.
“Tanto en esta colonia como en otras colonias vecinas, lo que anduvo muy bien eran esos operativos conjuntos que hacía la policía, con Gendarmería y la Guardia Rural, entre otras fuerzas. No sé por qué pero ahora los dejaron de hacer.
Hace unos años todo este problema de la delincuencia nos costó la vida de un productor y no queremos que vuelva a pasar. Pero todo empezó a así. Primero con casos aislados, los que fueron aumentando y se terminó en un crimen. A este hombre le entraron a la casa, el se resistió y lo mataron”, recordó.