La condena fue por unanimidad, tras encontrar a Lisandro Cabral culpable de la muerte de su pareja, quien falleció en marzo de 2020 luego de haber sido prendida fuego.
Condenaron a Lisandro Gabriel Cabral (34) por el femicidio de Verónica Soulé, quien falleció luego de haber sido prendida fuego en su vivienda de pueblo Casas. Le impusieron la pena más grave, la única prevista para este tipo de delitos: prisión perpetua.
El veredicto del tribunal, compuesto por los jueces Nicolás Falkenberg, Sandra Valenti y Luis Octavio Silva, fue unánime y se dio a conocer este martes pasadas las 12.30 en los tribunales de San Jorge, donde se realizó el juicio. Afuera, la familia de Verónica acompañó el último día del debate, como lo hizo a lo largo de todas las jornadas.
La condena fue por el delito de "homicidio doblemente calificado, por el vínculo y por haber mediado violencia de género (femicidio)", tal como lo habían solicitado los fiscales Alejandra Del Río Ayala y Matías Broggi, y las querellantes Laura Gerard y Vivian Galeano (del Centro de Asistencia Judicial).
Desde la madrugada del 17 de marzo de 2020 en la que Verónica fue consumida por las llamas y hasta llegar al juicio, Cabral sostuvo que se trató de un suicidio. Contó con la representación legal de los Dres. Diego Lorefice y Cintia Duarte.
Resta esperar los fundamentos de la decisión del tribunal, que serán dados a conocer en los próximos días.
El crimen
A lo largo del debate se intentó reconstruir lo ocurrido aquella madrugada a través de las declaraciones de los peritos, el médico forense, familiares de la víctima y del hoy condenado, vecinos de pueblo Casas y la reproducción del relato efectuado por Cabral ante la fiscalía durante los días posteriores al hecho.
De ello surgió que, tras una discusión, Verónica fue rociada con alcohol y prendida fuego en el baño del hogar familiar. Las llamas cubrieron principalmente su torso y, debido a la ubicación de las lesiones, se concluyó que no se encontraba parada. La aparición de una cinta de entre 15 y 20 cm con pelo de la víctima, achicharrada por el contacto con el calor, sumado a que los vecinos no escucharon gritos de agonía, sugirió la posibilidad de que la mujer hubiera estado amordazada.
Si bien se ubicó el inicio del fuego alrededor de la 1 de la mañana, Cabral se comunicó con sus padres -que viven a 10 km- recién a la 1.44 y fue a buscar a la madre de Verónica -que reside a 50 metros de la casa- cerca de las 2. No llamó a la ambulancia, ni a los bomberos, sino que fue la familia de la víctima la que la trasladó en busca de ayuda.
Verónica no dijo nada, sólo pudo mencionar "me quiere sacar los chicos". Permaneció internada durante 6 días, durante los cuales recibió la visita de Cabral, que le reprochó: "Mirá lo que me hiciste hacer". A pesar de que las llamas ya no cubrían su cuerpo, que fue quemado en un 80%, el calor siguió avanzando hasta afectar sus órganos. Murió el 26 de marzo de 2020, en Rosario.
"Nunca había pasado"
Tanto la familia de Verónica como los vecinos del pequeño pueblo, donde "se conocen todos", atestiguaron acerca de la violencia que marcó la relación entre la mujer y su pareja, convertido en femicida, describiendo episodios de violencia física, emocional y psicológica. La mamá de la víctima recordó que tras el hecho, "nadie sabía qué hacer, nunca había pasado algo así en el pueblo".
Revinculación
Los hijos de la pareja permanecen al cuidado de los padres de Cabral. La familia de Verónica solicita la revinculación desde hace más de dos años, y protesta ante la falta de acción y celeridad de la Justicia de Familia. Esperan que la condena al femicida impulse el proceso.