Grande fue el susto de un grupo de albañiles que trabajaban en una casaquinta de la ciudad de Rafaela (cabecera del departamento santafesino de Castellanos) y sorpresivamente desenterraron un proyectil de un cañón de grueso calibre.
El hallazgo se produjo en una casaquinta y se notificó de inmediato a la policía.
Grande fue el susto de un grupo de albañiles que trabajaban en una casaquinta de la ciudad de Rafaela (cabecera del departamento santafesino de Castellanos) y sorpresivamente desenterraron un proyectil de un cañón de grueso calibre.
El propietario fue quien llamó a la policía para avisar que los obreros habían hallado ese dispositivo, "similar a un misil".
El hallazgo se produjo en el patio trasero del inmueble y la policía despejó la zona, haciendo un perímetro a 100 metros de distancia, tal cual indican los protocolos internacionales.
Poco después, personal de la Brigada de Explosivos arribó a la escena, en barrio Brigadier López, y se encargó de examinar el artefacto. Los especialistas finalmente llevaron tranquilidad a todo el vecindario, cuando pudieron comprobar que el proyectil, calibre 155 milímetros, no presentaba peligro inminente porque no tenía espoleta de percusión o activación.
Interviene en el caso el fiscal Martín Castellano.
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