De la Redacción de El Litoral
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Personal de la División Criminalística y Pericia de la Dirección de Asuntos Internos viajó hoy al lugar de los hechos para montar una representación de lo ocurrido la madrugada del domingo 12 de julio.
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Un equipo de la División Criminalística y Pericia de la Dirección Provincial de Asuntos Internos viajó hoy a San Javier para realizar una reconstrucción virtual del incendio intencional de la Unidad Fiscal, que se llevó una parte importante del trabajo de los últimos 17 meses.
Se trata de “una reconstrucción virtual del hecho para determinar las características físicas del autor”, adelantó la fiscal Rosana Marcolín en una entrevista realizada días pasados.
“La reconstrucción en 3-D se hace con las entrevistas que se tomaron a los testigos que vieron las distintas circunstancias relacionadas al hecho”, explicó el comisario mayor Nicasio Frances, delegado de la zona centro-norte de Asuntos Internos, actualmente a cargo de la Dirección.
Perfil del autor
La idea es volcar al programa toda la información que fue aportando la gente y con el cual el personal de Criminalística hace reanimaciones en 3-D, de las cuales van a surgir “la estatura, la complexión, el color de cabello e incluso la ropa que vestía” el supuesto autor del hecho, amplió el comisario Frances.
Por otra parte, el jefe policial confirmó que “esta mañana se estaba haciendo” la pericial cuyos resultados son reservados a la investigación. En tal sentido el funcionario aseguró que “estamos coadyuvando a la labor investigativa y con todas las diligencias que ordene la fiscal Marcolín” que cuenta con la cooperación de distintas agencias del Estado.
El peso de la ley
También fue convocado el jefe de la Región Nº 3, el comisario mayor Héctor Romang, cuya mayor preocupación radica en afianzar o desechar la hipótesis de que los autores podrían ser funcionarios policiales. En caso de que así sea, sostuvo que “se le deberá caer con todo el peso de la ley, lo mismo que si se tratara de un particular”. Asimismo, llamó a salvaguardar el buen nombre de todos los policías honestos de la fuerza que hoy está bajo sospecha en la zona.
En cuanto a la investigación, informó que puso al frente de la pesquisa al jefe de la Comisaría 1a. de San Javier, el comisario Rodolfo Mendoza, por expreso pedido de la fiscal Marcolín. Y que “buscarán conocer a los responsables por todos los medios” a su alcance.
Antes de la feria
En cuanto a las hipótesis que se barajan, la fiscal Marcolín reconoció que “tenemos conjeturas y algunos indicios, pero no tenemos pruebas”; y destacó que “esto no es un hecho de inseguridad” sino el accionar de “una persona que no quiere que se sepa nada de su propia causa” o en su defecto “personas que antes eran absolutamente impunes y ahora se ven involucradas en una causa en la que les esperan penas graves”.
El atentado sufrido por la Unidad Fiscal de San Javier se produjo el domingo 12 de julio, de madrugada, en las horas previas al inicio de la feria judicial de invierno. Al menos un desconocido ingresó por un predio lindero al edificio de la calle Independencia 2282, trepó hasta una reja, cortó un barrote de la jaula que protegía un patio interno y descendió, para una vez adentro violentar una abertura que lo condujo a la zona de oficinas.
El disco rígido
Según el primer relevamiento se conoció que fue sustraído el disco rígido de la computadora de la fiscal Marcolín, luego abrasada por las llamas. Tal vez para ocultar su verdadera intención, el intruso armó una pila de legajos e inició un incendio que echó a perder gran parte de la documentación generada desde la apertura de la fiscalía, hace casi un año y medio.
A causa de los daños provocados desde hace más de una semana, el personal del juzgado -una empleada judicial, una ordenanza y dos pasantes- se encuentra abocado a la reconstrucción de los legajos, la recuperación de efectos de secuestro y la reparación del edificio.
“Ordenar y clasificar efectos y armas” es una de las principales tareas, porque “como se quemaron los registros, tenemos que pedir todos los informes que se hicieron desde las distintas dependencias policiales al Renar” (Registro Nacional de Armas), que es el organismo donde se concentra la información de las armas, indicó la Dra. Marcolín.