El juez de Instrucción de Paraná, Alejandro Grippo, quien investiga los abusos de cerca de 50 menores de entre 10 y 14 años ocurridos en el Seminario Menor de esa ciudad entre 1985 y 1993, rechazó hoy el pedido de prescripción de la causa, que responsabiliza de esos hechos al ex titular de ese instituto religioso, Justo José Ilarraz.
Voceros tribunalicios dijeron que el magistrado decidió rechazar el planteo de la defensa del sacerdote y que, en consecuencia lo citará a declaración indagatoria en una fecha aún no determinada.
Las fuentes dijeron que Grippo rechazó el pedido de la defensa del cura tomando como base la legislación internacional a la que adhiere nuestro país y argumentando que los delitos habrían sido cometidos contra menores de edad que estaban en esos años bajo el cuidado de Ilarraz.
El caso, que tomó estado público en septiembre pasado, nunca fue comunicado por la curia a la justicia ordinaria y se mantuvo en el más estricto secreto hasta que las presuntas víctimas del cura decidieron presentarse en los estrados judiciales.
Ilarraz está siendo investigado en una causa penal por el delito de corrupción de menores agravado entre los años 1985 y 1993, mientras se desempeñó como prefecto del seminario de la capital entrerriana.
El cura fue un estrecho colaborador del exarzobispo de Paraná, monseñor Estanislao Karlic, actualmente integrante del Colegio Cardenalicio del Vaticano, quien en 1995 dispuso una investigación diocesana para esclarecer el hecho.
En esa ocasión se escuchó el testimonio de algunas víctimas pero el caso nunca fue denunciado ante la justicia ordinaria por las autoridades eclesiásticas.
A Ilarraz se le aplicó una sanción simbólica, que le prohibía volver a la diócesis local y tomar contacto con los seminaristas.
El cura fue enviado a Roma por el propio Karlic y, al regresar, se distanció un tiempo del sacerdocio, se radicó en Buenos Aires y más tarde se trasladó a Tucumán.
Allí la iglesia lo designó párroco de la localidad de Monteros, donde ejerció el sacerdocio hasta septiembre pasado, cuando estalló el escándalo de los abusos.
En la causa están citados a declarar por el juez Grippo los tres últimos arzobispos de Paraná, Juan Alberto Puiggari; Mario Luis Bautista Maulión, y Estanislao Karlic (cardenal), y el obispo de Concepción, Tucumán, José María Rossi.
El actual arzobispo local, Juan Puiggari, confirmó que declarará por escrito, mientras que Karlic adelantó que lo hará de la misma manera pero cuando exista un fallo firme sobre el pedido de prescripción del delito, formulado por el abogado defensor de Ilarraz.
Hasta el momento han declarado varios ex seminaristas que han coincidido en la forma en que el cura abusaba de los niños de entre 10 y 14 años alojados en ese instituto religioso.
Este fin de semana, los abogados querellantes Álvaro Piérola y Marcelo Baridón solicitaron al Arzobispado de Paraná la iniciación de una causa interna que investigue lo sucedido en el seminario menor y pidieron el apartamiento del actual arzobispo, Juan Alberto Puiggari, quien se desempeñó en esos años como titular del Seminario Mayor y tuvo vinculación con Ilarraz.
En la causa, el juez Grippo decidió recientemente rechazar el pedido de imputación del Karlic, exarzobispo de Paraná en los años en que Ilarraz habría cometido los abusos.
La presentación fue formulada por el abogado querellante, Marcos Rodríguez Allende, quien acusó al cardenal de haber ocultado el resultado del sumario interno que hizo la iglesia para determinar la responsabilidad de Ilarraz en la violación de los niños internados en ese instituto religioso.
Rodríguez Allende acusó a Karlic de ocultar y no denunciar ante la justicia ordinaria los abusos cometidos por Ilarraz contra los seminaristas y le imputó el delito de "comisión por omisión“.
"Surge en forma certera y sin ningún tipo de dudas que el entonces arzobispo de la ciudad de Paraná (Karlic) tomó formal conocimiento de los hechos investigados y en ningún momento puso en noticia a la justicia ordinaria“, señaló Rodríguez Allende en su presentación.
Según el querellante, ‘Karlic decidió, en forma arbitraria y unilateral, qué hacer con Ilarraz‘.
‘(El exarzobispo) decidió no hacer un juicio diocesano (a Ilarraz), no comunicar a las familias de las víctimas los hechos ocurridos, no tomarle declaración al principal acusado, y hablar de un arrepentimiento que no consta en ningún lado y que todo estaba perdonado y prescripto“, agregó el abogado.
Télam