Miércoles 5.8.2020
/Última actualización 23:42
Un nuevo capítulo ligado a la causa de “los prestamistas” comenzó a escribirse hace unos veinte días, cuando una mujer desesperada se acercó a la Fiscalía de Delitos Complejos del Ministerio Público de la Acusación para denunciar que estaba siendo víctima de presiones insostenibles por parte de personas a las que debía dinero.
La señora relató que había tomado un crédito hace un tiempo, en cual venía pagando religiosamente hasta que de pronto se atrasó y ya no pudo cumplir con las obligaciones por lo abultado de los intereses diarios.
A partir de entonces comenzó a sufrir presiones, que se convirtieron en aprietes traducidos en amenazas de elevado calibre, tanto para ella como para su entorno más cercano, a punto tal que decidió abandonar la ciudad y mudarse a un pueblo del interior provincial, por temor a represalias.
Nombró a “un tal Miguel”, a quien identificó como “el jefe” de la empresa dedicada a realizar préstamos informales de las que suelen operar en los barrios con pequeños comerciales y cuentapropistas, a quienes imponen intereses de usura. Además, señaló a una mujer cuyo nombre no suministró y a un tal “Leo” que era “el cobrador” y quien se encargaba de llevar a la práctica los mensajes extorsivos de su patrón.
Si bien la distancia le brindó algo de tranquilidad a la víctima, este lunes la sorprendieron nuevos mensajes que alcanzó a resguardar y presentó en la fiscalía. Dado el carácter amenazante de los mismos, el miércoles la fiscal María Laura Urquiza solicitó dos allanamientos, producto de los cuales se secuestró, en un inmueble de calle Bolivia al 3600 -casi López y Planes-, donde fue apresado Miguel B. y se secuestraron unos $ 400.000 y una suma no especificada en dólares estadounidenses; además de los característicos cartones de crédito que se utilizan para llevar la contabilidad de esa economía informal.
También se allanó un domicilio del barrio Centenario, en busca de Leonardo G. quien no se encontraba en el lugar, pero luego se presentó voluntariamente en una comisaría. Ambos podrían ser imputados en las próximas 48 horas bajo los cargos de “asociación ilícita” y “amenazas”.
Además, trascendió que la empresa de créditos informales habría estado bajo el radar de la fiscalía desde el año pasado, cuando cayó una importante organización dedicada a los préstamos informales, por la cual hubo más de 40 detenidos, de los cuales algunos permanecen en dicha condición, pero también hubo arrepentidos que recuperaron la libertad y personas que fueron condenadas en juicios abreviados.