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Ocurrió en un inmueble de Mitre al 4900, donde fueron retirados cinco perros y un gato.
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Personal policial, con orden de la fiscalía, concretó ayer por la tarde una requisa domiciliaria en una vivienda de calle Mitre al 4900 (en el corazón de barrio Candioti), desde donde fueron retirados cinco perros y un gato.
En rigor, el procedimiento de ayer fue la última parte de una compleja situación que arrancó tiempo atrás con la denuncia de vecinos a través de las redes sociales, los que manifestaban que en esa propiedad, en la que vive una pareja, se torturaban mascotas.
Desde la Sociedad Protectora de Animales (SPA) y la Asociación de Defensa de Derechos del Animal (Addera) se hicieron eco de estas publicaciones y tomaron intervención en el caso.
Estas organizaciones confirmaron que también se habían radicado denuncias en la Comisaría 5a., lo que les permitió solicitar la intervención de la fiscalía para realizar el procedimiento que se produjo ayer por la tarde (ordenado por el fiscal Sebastián Szeifert) y que permitió rescatar a cinco perros y un gato.
También estuvieron en el procedimiento de ayer, Jorge Iribas vicepresidente de Addera, y las abogadas animalistas, Natalia Pallavicini y Natalia Peralta.
En la peatonal
En diálogo con ElLitoral.com, Lorena Arber, presidenta de la SPA, manifestó que se va a hacer un seguimiento del caso para que estas personas no tengan más animales, y comentó un dato llamativo: esta pareja fue reconocida porque todos los sábados van a la peatonal, donde se dan animales en adopción responsable, para que les den algún cachorro, pero siempre son rechazados porque no cumplen con los requisitos mínimos para la adopción.
Arber agregó que ahora las mascotas rescatadas van a ser revisadas por el veterinario. Se constató a simple vista que las mismas no están en buenas condiciones; los perros y el gato lucen flacos, hambrientos y muy asustados.
Por otro lado, se confirmó también que en dicho procedimiento se hallaron restos de un perro dentro de una bolsa.
Finalmente, Arber expresó que lamentablemente hay numerosos casos de maltrato animal, y que si bien la denuncia a través de las redes sociales es válida, pidió a los vecinos que además radiquen la denuncia policial, porque eso es lo que les permite a las asociaciones de protección de los derechos de los animales poder iniciar acciones concretas.
Aullidos y llantos
El relato de una mujer es estremecedor. Asegura que desde hace dos años se escuchan los aullidos y llantos de los animales provenientes de esa casa de Mitre al 4900, además de un olor nauseabundo.
Agregó que hace dos años que esa pareja (él tiene unos 60 años y la mujer es un poco más joven) vive en esa casa, que es alquilada. Y en ese período los vecinos coinciden en afirmar que a varios les desaparecieron algunas mascotas que, suponen, corrieron la peor suerte.
Los ocupantes de dicho inmueble fueron denunciados en otras oportunidades en la policía por maltrato animal, pero que la respuesta no fue la mejor. Además, fueron denunciados por algunos vecinos que sufrieron amenazas de muerte.
Mientras se concretaba el procedimiento de ayer, muchas personas se acercaron a increpar a los moradores de dicha vivienda, lo que generó una situación muy violenta.
Algunos mutilados, otros despellejados
Consultada al respecto la abogada Natalia Pallavicini explicó que “ni bien nos enteramos de esta situación acudimos a la seccional 5a. y luego fuimos a fiscalía. Tras algunas averiguaciones, nos enteramos de otra denuncia contra ese señor que motivó un procedimiento que se realizó el lunes. En esa oportunidad se encontraron animales muertos, algunos mutilados y otros despellejados. Intervino el veterinario policial. De tan grave situación se tomaron fotos, las que constan en el sumario prevencional”.
“Tengo entendido que el ocupante de la casa negó toda responsabilidad en esos hechos, argumentando que los animales habían sido despellejados por un ladrón que había entrado a la propiedad y mató a sus animales”, dijo.
Por último Pallavidini reclamó que todo esto ha generado un estado de conmoción muy fuerte en el barrio. “Hay mucha indignación y se reclama la intervención del Estado de manera urgente”, sentenció.