No se trata de un valioso presente griego _como fue el Caballo de Troya_, pero las bolsas abandonadas en las calles del barrio Barraquitas no dejan de encubrir un peligro mayor. El registro gráfico del que ilustra el cuadro observado esta mañana en la esquina que forman las calles Freyre y Zenteno es por demás elocuente, tanto como fueron los vecinos que se comunicaron con este diario para denunciar la presencia de los residuos patológicos que están a la vista.