Un pequeño de apenas siete años protagonizó este viernes un extraño episodio que no terminó en tragedia por milagro.
Un pequeño de apenas siete años protagonizó este viernes un extraño episodio que no terminó en tragedia por milagro.
El incidente tuvo lugar en una vivienda de Santo Tomé, más precisamente en donde la calle Lisandro de la Torre "choca" con el terraplén, en jurisdicción de la Subcomisaría 9a, aproximadamente a las 18.
Las autoridades tomaron conocimiento del hecho cuando la víctima arribó al Samco de la mencionada ciudad, vecina a la capital provincial. Lo llevó su familia.
Una perdigonada había impactado en su hombro izquierdo, por lo que luego de las primeras curaciones fue derivado al Hospital de Niños santafesino "Doctor Orlando Alassia".
Familiares del pequeño habrían señalado que el menor de edad se encontraba fuera de peligro y que los médicos trabajaban para limpiar la herida.
Trascendió también que el niño les habría manifestado a los profesionales que estaba jugando con un tío, que agarraron unos "caños de la pileta" para simular que eran espadas y que entonces uno explotó. Los investigadores presumen que el tío -sin saberlo- no blandía un simple caño sino una "tumbera" (escopeta de fabricación casera).
La policía hizo un rastrillaje en el lugar del hecho, pero no halló los caños mencionados por el nene. Por su parte, la fiscal Cristina Ferraro, de la Sección Homicidios del Ministerio Público de la Acusación, dispuso una serie de medidas, entre ellas las entrevistas a todos los testigos.