El río es muy difícil, aun para quienes lo creen conocer. Su lecho es cambiante y el agua marrón tapa todo. Las subidas y bajadas, las inundaciones y las sequías van modificando su cauce.
Preocupan los hechos registrados que tienen como escenario a este cauce de agua de Santa Fe. Hubo situaciones fatales -conocidas oficialmente- en cuatro localidades.
El río es muy difícil, aun para quienes lo creen conocer. Su lecho es cambiante y el agua marrón tapa todo. Las subidas y bajadas, las inundaciones y las sequías van modificando su cauce.
En estos días, en Coronda preocupa la creciente producto de la apertura de compuertas en represas brasileñas, ya que los ríos Paraná y Salado tienen influencia sobre el caudal del río que baña las costas de la ciudad que le dio su nombre.
El sector de la avenida costanera Cardenal Caggiano, desde el Carancho Triste hacia el norte, ya tiene agua sobre la costa y sobre la arena respectivamente, e incluso en la zona más baja, camino a Punta del Este, hay agua en el camino.
Incluso, en Coronda el Sindicato de Guardavidas Sugara no pudo llegar a un acuerdo con la Municipalidad para extender la habilitación de playas, boyado y presencia de personal durante las tres primeras semanas de marzo. Pero el inicio de todo accidente en el río (que en un alto porcentaje de casos se convierte en tragedia) tiene que ver con conductas individuales, ya sea de quienes descuidan a menores o de los mayores que se confían al tirarse al agua o pescar dentro del río o muy a la orilla de una barranca.
Este martes, buzos tácticos de la Unidad Regional I, con colaboración de Prefectura Naval Argentina y la Policía de Seguridad Rural Los Pumas, seguían buscando a José María Huck, 23 años, oriundo de Las Tunas. Según se supo, mientras estaba pescando el sábado por la noche con amigos, parte de la barranca cedió, cayó al agua y no se lo vio más. El único hallazgo hasta aquí fue el reel que utilizó, que apareció 500 metros al sur de donde se produjo el accidente y ya van casi tres días completos de rastrillaje.
Si tenemos en cuenta al río Coronda -que nace en la confluencia con el Salado y el Santa Fe, a la altura de Santo Tomé y finaliza casi en el cruce con el Carcarañá, en Puerto Gaboto- hubo varios accidentes en los últimos meses, demasiados para el promedio de este tipo de hechos. Fueron 7 episodios con 4 muertes confirmadas desde septiembre hasta el sábado último, pero seis de ellos en poco más de 90 días, en cuatro localidades, todas bañadas por este cauce de agua marrón.
La seguidilla empieza con la tragedia del 16 de septiembre de 2022, frente a las costas corondinas, cuando en un viernes ventoso y por la noche, una embarcación pasaba por zona de islas con 11 ocupantes, naufragó el lanchón y murió por ese motivo Miguel Morales, de 69 años, oriundo de Zavalla, quien fue encontrado un día y medio después. Un bebé de algo más de un año se salvó milagrosamente, pero estuvo internado varios días en grave estado luego de haber sido rescatado por el pescador Juan Ñañe. Hay una causa abierta por supuesto homicidio culposo y, a mediados de febrero de este año, el caso pasó de la esfera federal a la justicia provincial.
El 24 de noviembre, Joel López, de 18 años, fue encontrado luego de intensos rastrillajes de la policía en costa junto con Prefectura Naval Argentina y la Policía de Seguridad Los Pumas Sección 30. A unos metros del lugar de la última vez que se lo vio cerca de las 20 de ese día, dos horas y media después del accidente, fue recuperado el cuerpo del chico que era del barrio Guadalupe y alumno del Instituto Municipal de Enseñanza Especial de Coronda.
Increíblemente, el 28 de noviembre hubo otro episodio: un adolescente de sólo 14 años se tiró al río a las 15.25, a la altura del Palco de la Costanera, y comenzó a solicitar auxilio. Un ciudadano, Mario Carabajal, lo rescató quizás de morir ahogado. Actuó la policía del Comando Radioeléctrico y de la Brigada Motorizada. El personal de la jefatura llevó al chico a su domicilio y lo entregó a su madre que estaba en su casa.
Siempre en el río Coronda pero yendo hacia Puerto Aragón, distrito Barrancas, 30 kilómetros al sur de la cabecera departamental, hubo otra terrible tragedia. Un pequeño de 4 años que había desaparecido dos días antes fue encontrado a unos 3 kilómetros del lugar donde se había indicado su desaparición, en zona de aguas profundas cerca de Monje, la localidad siguiente hacia el sur.
Dentro de 2023, el primer caso con trascendencia pública fue el 21 de febrero en Sauce Viejo. Alcides Quiroz, de 40 años, estaba parado sobre la puerta de una heladera, perdió el equilibrio, cayó y no se lo vio más con vida. Esto pasó en la Barranquera, y el cuerpo apareció no muy lejos de la zona del naufragio.
Volviendo a Coronda, el 5 de marzo hubo un doble rescate: un hombre de 51 años, de Santa Clara de Buena Vista se tiró al río, que no tenía ya guardavidas, y fue salvado por un grupo de corondinos, mientras que uno de los que se había arrojado a rescatar a esta persona, casi termina ahogada también y tuvo que ser sacada de apuros por otros muchachos.
Finalmente, el sábado pasado el joven Huck cayó al Río Coronda y todavía no había novedades sobre el destino de su cuerpo.
Como detalle, en la gran mayoría de los casos las personas accidentadas no pertenecían al lugar donde estaban pescando o tirándose al río y que en ciudades y pueblos costeros es muy común que a temprana edad los chicos se vayan solos en grupo de amigos a refrescarse al río, al mejor estilo Tacuara y Chamorro, pero con la diferencia de que esto no es ficción y el final puede ser trágico si no se le guarda al río el respeto que se merece.
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