El Litoral
Corresponsalía Rosario
Un grupo comando, disfrazados de recolectores de basura y empleados del correo, munidos de una ametralladora, asaltó ayer a la tarde la sede que el Banco Municipal de Rosario tiene en el barrio Empalme Graneros, donde los ladrones se llevaron un botín cercano a los dos millones de pesos.
El hecho ocurrió después de las 13. A esa hora, al vigilador le llamó la atención que un hombre se parara en la puerta del edificio en una actitud que parecía que estaba haciendo campana. Dentro del banco, tres de sus cuatro compañeros ya habían desenfundado los revólveres mientras que el restante impartía temor con una ametralladora FMK3. Al guardia le pegaron para reducirlo, fueron a la oficina de tesorería, amenazaron al encargado y accedieron al tesoro luego de romper la puerta a mazazos.
Algunas versiones indicaron que entre los ladrones había una mujer y que algunos estaban disfrazados: uno con el uniforme de la empresa de correos OCA, otro llevaba ropas de recolector de residuos y el tercero tenía vestimenta similar al uniforme de fajina de la Policía provincial. El fiscal David Carizza de la Unidad de Flagrancia, quien está a cargo de la investigación, aclaró –según señaló el diario El Ciudadano– que en las secuencias captadas por las cámaras del interior de la entidad se ve que un integrante de la banda tiene pelo largo, pero que no estaba confirmado que se tratara de una mujer. Añadió que casi todos estaban a cara descubierta, vestidos de manera informal, y sólo una persona tenía ropas similares a la de la Policía.
A su vez, voceros de la pesquisa dijeron que en principio el monto sustraído fue de 1.800.000 pesos y que una parte de la banda huyó en un Fiat Palio blanco con vidrios polarizados y la otra en una moto Yamaha Cripton negra y roja.
El fiscal regional Jorge Baclini dijo que se unificarán las pesquisas por los últimos tres robos a sucursales del banco Municipal, lo que incluye el frustrado escruche a la sucursal de Eva Perón y Tarragona de marzo pasado, cuando dos hombres hicieron detonar un explosivo en el cajero automático, aunque no lograron llevarse el dinero.