Indignación y bronca. Durante la madrugada delincuentes irrumpieron en el jardín maternal "Huellitas", ubicado en el barrio San Pantaleón, y se llevaron las estufas que eran esenciales para mantener el ambiente cálido en medio del intenso frío que azota la ciudad.
El robo dejó a este centro comunitario en una situación comprometida, poniendo en peligro la atención y bienestar de los 35 a 40 niños que asisten de manera gratuita.
El descubrimiento de este nuevo hecho de vandalismo fue hecho por Juan, el empleado de Mantenimiento del jardín, quien al llegar al lugar se percató de que la persiana de una de las ventanas había sido barreteada. Los malvivientes también forzaron una reja y accededieron al interior del inmueble ubicado en Gorostiaga 4400.
La ventana que fue violentada por los delincuentes.
Según relató a El Litoral la directora del jardín, Cintia Kessler, los intrusos ingresaron a las tres salas contiguas, sustrayendo las cuatro estufas de cuarzo, un ventilador, un parlante inalámbrico, una prolongación y el teléfono celular perteneciente al jardín.
El valor material de lo robado es significativo, pero el impacto más severo se debe al hecho de que el robo de las estufas ha dejado a los niños expuestos a las bajas temperaturas que se registran actualmente.
"Este es un jardín comunitario al que asisten niños de familias vulnerables. Brindamos contención y merienda, por lo que resulta fundamental mantener el ambiente adecuado para su desarrollo", explicó la directora. "La semana pasada, cuando aún teníamos las estufas, el frío fue bastante duro, pero ahora la situación se ha agravado".
En otra parte Kessler expresó su alivio de que los delincuentes no hayan ingresado a la parte trasera del jardín, donde se encuentra la cocina y la mercadería, ya que el daño habría sido aún mayor. Sin embargo, enfatizó que cualquier pérdida o daño material supone un duro golpe para un jardín que funciona con recursos limitados. "A esta altura del mes, aún no hemos podido pagar los servicios básicos", lamentó.
Pese a la difícil situación, el jardín se niega a suspender sus actividades, consciente de la importancia que tiene para las familias que confían en ellos. "Nuestro compromiso es brindar un servicio esencial y la contención necesaria. Aunque los niños tendrán que quedarse abrigados con sus camperas, seguiremos adelante", afirmó Kessler.
En cuanto al futuro, la directora anunció que se está planificando una colecta para recaudar fondos y poder hacer las reparaciones necesarias, asegurando así que el jardín pueda enfrentar el invierno. También expresó la intención de reforzar la seguridad en la medida de lo posible, aunque reconoció las limitaciones económicas que enfrentan. "No podemos permitir que un hecho delictivo nos detenga en nuestra misión, pero debemos buscar soluciones para proteger a nuestros niños y resguardar el espacio que tanto nos ha costado construir", concluyó.
Por último la docente dio a conocer el alias de la cuenta bancaria del jardín, para todo aquel que desee brindar su aporte: huellitas.del.puntonorte