Viernes 20.9.2019
/Última actualización 16:42
Un joven de 25 años que manejaba una moto Honda Tornado, fue ejecutado este jueves por la noche, cuando circulaba por las calles del barrio Fomento 9 de Julio, en dirección a la terminal de ómnibus, donde trabaja su novia. Se llamaba Maximiliano Olmos y era empleado de la mueblería El Pucho, que este viernes por la mañana tenía un cartel en el frente que decía “cerrado por duelo”.
Además del enorme dolor que causó su muerte en el entorno familiar (Maximiliano tenía cuatro hermanos -tres varones y una mujer-) y entre los trabajadores del clásico comercio del norte de la ciudad (avenida Facundo Zuviría casi Gorriti); el hecho produjo enorme consternación en la zona donde el jueves a las 20.45 el muchacho murió literalmente en brazos de los vecinos.
Hasta el momento, todo hace presumir que sus perseguidores tenían como única finalidad hacerse de una moto Honda Tornado nueva, que Olmos había cambiado por una vieja Honda CG roja hace apenas una semana. Según el relato de vecinos, circulaba por calle Domingo Silva, cuando a la altura del pasaje Pasteur, dos hombres jóvenes y en una moto enduro, lo encerraron para detener su marcha.
Olmos hizo un giro en “U” y dobló en contramano por el pasaje Pasteur. Allí comenzaron las detonaciones. La carrera finalizó en el cruce con el pasaje Larramendi, donde el muchacho debió frenarse porque venía un auto de frente y recibió dos impactos -uno en la clavícula y el otro en el estómago-, en medio de una andanada de balas.
Fuentes del caso señalaron que los delincuentes escaparon con la moto de Olmos, que quedó tendido en el suelo, a la espera de una ambulancia que demoró aproximadamente 20 minutos. En el lugar se hallaron 9 vainas servidas de calibre 9mm.
Maximiliano fue trasladado de urgencia al hospital Cullen, donde lo operaron sin éxito, puesto que falleció pasada la medianoche.
Flavio Raina Habría que actuar más firmemente en cuanto a la prevención , dijo el ex jefe de Policía“Habría que actuar más firmemente en cuanto a la prevención”, dijo el ex jefe de PolicíaFoto: Flavio Raina
El comisario mayor retirado Juan Luis Hek, quien fuera jefe de Policía de la provincia entre 2008 y 2009 durante el gobierno de Hermes Binner y el ministro de Seguridad, Daniel Cuenca, fueron los vecinos que asistieron a Maximiliano Olmos en la noche del jueves, cuando comenzó a oirse el repiqueteo de las balas.
“Anoche 20.45 horas exacta un vecino me golpea la puerta del garaje de mi casa desesperado porque ve la secuencia de cuando tratan de detener al joven, con las intenciones seguramente de sustraerle la moto”, relató el policía con 30 años de servicio.
“El chico gira en ‘U’ y toma por el pasaje Pasteur y a unos 10 metros se produce el primer disparo que pega en una pared. Y llegando a la esquina de Larramendi y Pasteur, ya estábamos todos afuera, en la calle, viendo lo que pasó”, siguió el vecino que consideró el hecho como “muy lamentable”.
Entonces, “cuando el chico trata de doblar hacia el este, viene un auto y eso es lo que impide que siga el trayecto de huida y ahí se le acercan los dos delincuentes que iban detrás de él y le efectúan 4 ó 5 disparos. Cuando empezamos a los gritos se suben uno en cada moto, lo dejan al chico tirado y huyen en dirección hacia el oeste”.
“Lamentablemente el chico se estaba muriendo en las manos de los vecinos”, dijo Hek, conmocionado, a pesar de su experiencia. “Trabajé 30 años en la Policía de la provincia, me retiré ocupando el máximo cargo como jefe de la Policía de la provincia de Santa Fe y yo creo que no estamos escapando a lo que está pasando en todo el país. El último tiempo ha recrudecido mucho la inseguridad en la ciudad. En parte habría que actuar más firmemente en cuanto a la prevención, porque eso es lo que necesitamos y cuando la prevención falla tiene que actuarse con represión del delito, somos auxiliares de Justicia y tenemos que dar todo lo muestro”.