Robo en Isef de Santa Fe: la rectora expresó su "cansancio" y su "bronca"
Los delincuentes dejaron anotado en una pizarra que tenían hambre, pero prefirieron llevarse un televisor y dejaron atrás la mercadería de la cantina. La rectora no se explica cómo, a pesar de haber un destacamento y adicionales policiales, no se puedan frenar los robos.
Robo en Isef de Santa Fe: la rectora expresó su "cansancio" y su "bronca"
"Teníamos hambre", dejaron anotado en una pizarra, a modo de justificativo, los delicuentes que ingresaron a robar este fin de semana largo en la cantina del Instituto Superior de Educación Física (Isef) N° 27, ubicado bien al sur de la ciudad de Santa Fe, aleñada al Card. No obstante la esquela, no se llevaron justamente la mercadería -que dejaron amontonada en un sector-, sino que sustrajeron una balanza electrónica, un microondas y un televisor HD. Desde la institución expresaron su malestar por los robos, que vienen sucediendo desde hace tiempo, y su impotencia porque ya no saben cómo protegerse.
"Estamos cansados y con mucha bronca porque ya llevamos varios hechos delictivos y no encontramos una solución", dijo Patricia Frausín, rectora del Isef 27. La autoridad educativa lleva contabilizados 49 robos con denuncias policiales radicadas desde que ella está en la institución, donde lleva 6 años como rectora y antes estuvo como vice.
Los delincuentes causaron destrozos en varias aberturas de la institución. Crédito: Pablo Aguirre
"Siempre es lo mismo, pero en esta ocasión fue de gravedad porque causaron muchos destrozos en aberturas", indicó Frausín. Con respecto al cartel que dejaron los ladrones sostuvo que "el hambre no justifica que se robe; hay gente muy humilde, pero que es trabajadora y muy honesta".
La rectora explicó que en el lado norte de la cantina se encontró una ventana que da al exterior con rejas de color rojo y el mosquitero sustraído, y barretaron también el portón que divide la cocina del comedor. Además habían descalzado cuatro ventanas de un aula y las dejaron acomodadas como para llevárselas. Y se dirigieron hacia un depósito de herramientas del mismo instituto, donde se visualizó una puerta doble hoja metálica de color azul con la parte inferior violentada.
Por el Isef pasan 3.000 estudiantes a diario y sus autoridades ya están hartas de los hechos delictivos, entre ellos, la sustracción de bicicletas. Crédito: Pablo Aguirre
"A la herrería la saqué de atrás, cansada de que entraran a robar, y la traje al edificio central de la institución que tiene cámaras y alarma. Igual, aunque no se pudieron llevar mucho esta vez, destrozaron el portón, le sacaron un pedazo. Antes nos habían robado un aire acondicionado y habíamos cubierto con ladrillos. Ahora rompieron el ladrillo y entraron por ahí. Dejaron afuera una bolsa con pelotas de rugby que no alcanzaron a llevarse. También la puerta de la institución estaba forzada", describió. Y dijo que "no habían terminado, creemos que algo los asustó y se fueron".
No se entiende
Frausín relató, además de los robos denunciados, una serie de otros hechos -como sustracción de cables, bicicletas de los estudiantes-, sucedidos durante los últimos meses, a pesar de tener alarmas y cámaras de seguridad. Pero, lo más preocupante es la impotencia de no saber cómo protegerse dado que hay un destacamento policial a 30 metros de la entrada principal al Isef y un uniformado tiene "adicionales" destinados al cuidado de la institución.
"El 'adicional' policial tendría que haber estado apostado acá el día feriado, durante las 24 horas, pero cuando yo vine, no estaba en su puesto. Tampoco los agentes del destacamento escucharon nada; no se entiende", sostuvo la rectora, quien aseguró que es un tema que "está judicializado desde noviembre del año pasado porque quieren ver qué está pasando con estos robos, siendo que existe intervención policial en la zona".
En el piso del salón quedó tirada la mercadería que no se llevaron.
Al Isef concurren alrededor de 3.000 estudiantes, de 7 a 22 horas. "Lo único que funciona acá es la alarma que la pagan los estudiantes a través de la cooperadora. Ahora, si bien no sonó, nos enteramos enseguida por un señor que pasó por acá, vio que la reja de un aula estaba sacada y nos avisó; sino hubiera sido mucho peor todo. La bronca es que esto no se hace en 20 minutos, se tomaron su tiempo", cerró.
"Una desgracia"
Cristian Depaoli es sobrino del concesionario de la cantina del Isef que sufrió el robo. "Esto es una desgracia para nosotros que somos laburantes, porque no tenemos resto. Tenemos que empezar de cero, no hay espalda como para aguantar. Solo nos estamos haciendo la moneda diaria, peleándola como siempre", subrayó Depaoli, que ahora trabajará para intentar recuperar lo perdido.