Condenaron a un ladrón rengo, petiso y tatuado de Playa Norte
El delincuente le arrebató una bolsa a una mujer y corrió hasta perderse en medio de los pastizales. Lo atrapó la policía mientras intentaba desprenderse de la documentación de la víctima.
Condenaron a un ladrón rengo, petiso y tatuado de Playa Norte
La Justicia condenó a un hombre de 28 años por un robo callejero, ocurrido este verano en una parada de colectivos del barrio Playa Norte, luego de que la víctima lo reconociera por su renguera y un tatuaje en la cara. La sentencia fue el resultado de un juicio abreviado que tuvo lugar este miércoles en los tribunales de Santa Fe.
El juez penal Sergio Carraro impuso pena de 1 años de prisión para Luis Antonio Rodríguez, tras declararlo autor responsable del delito de "robo simple". La sanción fue unificada en 3 años y 2 meses de cárcel en función de otra condena de noviembre del año pasado, que estaba cumpliendo en libertad.
Este miércoles, los fiscales de la Unidad de Flagrancia y Juicio del MPA, Manuel Cecchini y Rosana Peresín, llevaron a audiencia el acuerdo alcanzado con el reo y controlado por la abogada Magalí Mazza, del Servicio Público Provincial de la Defensa Penal (SPPDP).
Tras la admisión del abreviado, el juez Carraro dictó sentencia, tomando como base los hechos ocurridos la madrugada del sábado 14 de enero de este año, en inmediaciones de la parada de colectivos de la Línea 14 de calle Matheu, entre Echagüe y Talcahuano, en el noreste de la ciudad capital.
Forcejeo y huida
Según consta en los registros de incidencia del Servicio de Emergencias 911, eran las 5.20 y todavía no había amanecido cuando González sorprendió a una mujer de 35 años que se encontraba en la parada, esperando el colectivo para ir a trabajar.
La mujer llevaba una bolsa de lona blanca con rayas rojas colgada del brazo derecho, cuando se apareció un sujeto que comenzó a tironear de las manijas para quitársela. Aunque sorprendida por el ataque, la víctima trató de defenderse y forcejeó con el delincuente, hasta que éste se llevó la mano a la cintura, amenazándola, como si fuera a sacar un arma de fuego.
Allí cesó la resistencia y el hombre, que vestía una campera turquesa y tenía puesta una gorra con visera de color claro, emprendió la huida.
Rengo, petiso y tatuado
Aunque aturdida por el hecho violento, la mujer no dejó de advertir ciertos rasgos fisonómicos del agresor, los cuales sumados a la vestimenta, le permitieron a la policía atraparlo a las pocas cuadras. Era rengo, de baja estatura y tenía un tatuaje en la cara cuya imagen no fue especificada.
Además, fue la propia víctima que aprovechándose de la renguera ajena pudo seguirlo a la distancia, primero por Matheu al este, luego por Defensa al norte y por último lo vio perderse en medio de la maleza al cruzar la calle French.
Minutos después, una patrulla que recorría las inmediaciones se encontró con un sujeto de las características aportadas por la central, el cual en un intento por esconder unas tarjetas que tenía en sus manos, dejó caer al lado del patrullero el DNI y el carnet de la obra social de la damnificada.
Fue esposado y trasladado a la Comisaría y desde entonces permanece tras las rejas, donde deberá cumplir la nueva condena.