El sábado, en las horas previas a disputarse el partido clásico entre Colón y Unión, la ruta nacional 19, en el tramo que va desde el predio Casasol hasta la rotonda de Colonia San Jose, fue una suerte de "tierra de nadie" donde se dieron todo tipo de hechos de violencia.
Ya pasado el mediodía hinchas "tatengues" fueron llegando en gran número a las inmediaciones del complejo Casasol, con la intención de realizar un "banderazo" de apoyo a todo el plantel rojiblanco.
Sin embargo esta simpática propuesta derivó en una seguidilla de incidentes y agresiones contra vehículos que se dirigían a la cancha de Colón y cuyos ocupantes llevasen puestas camisetas o banderas con los colores del club rojinegro.
Una de estas víctimas fue José Espíndola quien narró a El Litoral la pesadilla que le tocó atravesar junto a un grupo de amigos.
"Nosotros somos todos de San Jerónimo Norte. Íbamos tranquilos hasta que al llegar a la rotonda de San José nos encontramos con muchos hinchas de Unión que estaban en la ruta. Había familias que estaban tranquilas a un costado. Pero también había grupos de muchachos que estaban enloquecidos. Paraban a los autos y se fijaban si había algo de Colón".
"Como nosotros llevábamos camisetas de Colón nos agarraron el auto a patadas. Intentamos seguir la marcha y ahí nos tiraron piedrazos y con botellas. Rompieron la luneta trasera y el auto (un Renault 9) quedó todo abollado", agregó.
"Nada justificó una agresión así. Nosotros ni siquiera los miramos ni los provocamos. Pero esta gente tenía la clara intención de armar lío. Al que veían con algo de Colón lo hacían pelota. Rompieron también la camioneta de unos chicos de San Carlos Norte y a otro que iba en moto con la camiseta, se la sacaron y lo largaron desnudo", reveló.
Gentileza Así quedó el Renault 9 en el que se trasladaban los simpatizantes \\
Así quedó el Renault 9 en el que se trasladaban los simpatizantes \Foto: Gentileza
"Momento horrible"
Otro de los damnificados fue Leo Zenklusen. "Eran cerca de las 15 cuando salimos para la cancha junto con mi hijo que tiene 17 años y un amigo suyo, de 16. Al llegar a la altura de Casasol nos paró la policía y nos dijo que nos quitáramos las remeras de Colón. Ahí ya empecé a sospechar algo feo. Seguimos viaje y al llegar a la rotonda de San José nos encontramos con un montón de hinchas de Unión".
"Apenas vieron que íbamos todos con el torso desnudo 'nos sacaron la ficha'. Empezaron a pegar patadas a la camioneta y trompadas en el techo. Tiraron también algunos botellazos. La verdad que fue un momento de m.... Nosotros nunca detuvimos la marcha pero fue todo muy tenso. Jamás había estado en una situación así. Y tuve temor sobre todo porque yo iba con dos chicos. Más allá del mal momento, por suerte no pasó a mayores", reflexionó.