Gustavo Capeletti
El profesor Juan Valdéz continuará detenido. Es el principal sospechoso de haber desaparecido a la joven madre de Fortín Olmos.
Gustavo Capeletti
guscapeletti@hotmail.com
El principal y único imputado por la desaparición forzada de Rosalía Jara continuará tras las rejas luego de que en la audiencia de medida cautelar realizada el viernes el juez de Instrucción Penal Preparatoria de Vera, Gustavo Gon, rechazara el pedido de la defensa para que recuperase la libertad.
Para el magistrado quedó claro que el riesgo de entorpecimiento probatorio y la posibilidad de influenciar sobre testigos planteado por el fiscal Martín Gauna Chapero continúa vigente, y es por ello que resolvió prorrogar la prisión preventiva sin plazos para el profesor de Educación Física Juan Valdéz.
Los argumentos del abogado defensor Jorge Bedouret respecto de que su pupilo está detenido injustamente y de que no existen motivos para que siga detenido fueron rechazados por Gon. Como consecuencia, Valdéz regresó a su lugar de detención y ahora sí, se espera que llegue preso al juicio que por ahora está lejos de tener fecha de realización.
“Causa planchada”
Bedouret se manifestó enfáticamente en la audiencia de prisión preventiva al denunciar que “voy a utilizar un término vulgar, la causa está planchada”.
Así, intentó poner en evidencia que la investigación por la ausencia de más de 9 meses de Rosalía está en un punto ciego y no tuvo avances a pesar, dijo, de la labor de la Fiscalía que “rastrilló en toda la zona”.
“Valdéz entregó su celular, su auto, se hizo el ADN para determinar su paternidad sobre la hija de Rosalía, todo lo hizo voluntariamente. Luego aparecieron los pelos en un nido de caranchos, luego unos huesos - que eran de perro - en un arroyo, pero al fin de cuentas no hubo nada”, enumeró, para defender la inocencia y la falta de peligrosidad de su defendido.
“Acá hay algo claro, Juan Valdéz era la única persona en la que confiaba Rosalía, en nadie más, por eso lo llamaba solo a él”, agregó, para refutar la información aportada por el fiscal Gauna Chapero respecto de que en el último mes antes de desaparecer, la adolescente lo llamó repetidas veces a su teléfono móvil.
Pero enseguida, el fiscal contraatacó al recordar que “Valdéz borró toda la información del celular de Rosalía Jara, reseteó el aparato y borró todo‘, con lo que apuntó a voluntad del imputado de deshacerse de pruebas materiales que pudieran incriminarlo. Bedouret replicó: “Pudo haber tirado o roto el celular y no lo hizo”.
Por último, el defensor, a viva voz, reclamó que “por favor, le pido al fiscal que acuse, porque hasta ahora no hay acusación, así vamos a juicio, y de una vez se termina esto que tiene detenido injustamente a mi pupilo”.
Corrupción de menores
En la primera de las audiencias previstas para el viernes en la Oficina de Gestión Judicial de Vera, el fiscal Martín Gauna Chapero solicitó la realización de entrevistas en Cámara Gesell a dos adolescentes mujeres menores de edad.
El fiscal argumentó su petición en el marco de la causa iniciada en noviembre de 2017 donde aparecen 4 adolescentes mujeres de Fortín Olmos a las que Valdéz les habría enviado mensajes de texto y WhatsApp con frases seductoras.
Dos de ellas en la actualidad ya son mayores de 18 años, por eso que la pretensión fiscal alcanza solo a los dos restantes. El delito que se investiga y que para Fiscalía de acuerdo a las pruebas existentes estaría consolidado es el de corrupción de menores y grooming, agravado por la condición de docente y guardador de Valdéz. Las chicas que serían víctimas eran alumnas de la clase de básquet que impartía el profesor.
En cambio, en la audiencia siguiente el juez Gon no hizo lugar a los pedidos del fiscal Martín Gauna Chapero de realización de Cámara Gesell a por lo menos 8 menores de edad relacionados con la causa de Rosalía Jara.
La pretensión del representante del MPA chocó con la férrea oposición de la defensa del abogado rosarino Jorge Bodouret, que alegó que perfectamente esos testigos pueden declarar en el juicio, y que la prueba pedida “no es para nada confiable puesto que la realiza personal policial”.
Además, Gon tampoco permitió que avance la propuesta del fiscal de practicar una pericia psicológica a Valdéz. El defensor Bodouret planteó con vehemencia que “ese pedido agrede a el principio constitucional de que nadie puede ser obligado a declarar en contra de sí mismo, nadie está obligado a autoincriminarse”
Esperan resultados de pruebas de ADN
Cerca de las 22 del 1 de julio de 2017 desaparecía Rosalía Daniela Jara (18) en Fortín Olmos, Santa Fe. A 9 meses de aquella noche, no hay rastros de su paradero ni certezas de su destino. Madre de una nena de 2 años, mantenía una relación amorosa con el profesor Juan Valdéz, hoy detenido por su desaparición.
Por estas horas, la Fiscalía de Vera espera con ansias los resultados de las pruebas de ADN sobre el hato de cabellos hallado en la zona rural de Olmos y el mapa de geolocalización del celular del profesor Juan Valdéz en la noche de la desaparición de la víctima.
En síntesis, depende de ambas pruebas periciales la suerte de la causa y la investigación. En realidad, luego de tantos rastrillajes efectuados sin éxito para dar con Rosalía, de varias pruebas colectadas y analizadas que no llevaron a nada, de búsquedas con perros adiestrados en seguir rastros, de excavaciones y pesquisas en la zona ribereña de Romang y en arroyos de la zona media de la Cuña Boscosa, de la pista investigada y descartada tras un mensaje dejado en un baño de una estación de servicio de San Justo, el hallazgo de RJ parece depender más de un golpe de suerte.