Por Carlos Retamal
El cuerpo de Ariel López, de 52 años, fue encontrado cerca de las 14 de este martes 26 de julio, después de más de 40 horas de búsqueda, en lo que fue el living de la vivienda que colapsó en el atardecer del domingo.
Por Carlos Retamal
Pasadas las 14 de este martes 26 de julio encontraron sin vida a Ariel Luis López, el hombre de 52 años que era buscado desde el domingo tras el derrumbe de una vivienda ubicada en barrio Alberdi, en la zona norte de Rosario. El cuerpo estaba en lo que era la planta baja de la vivienda de 3 plantas que se derrumbó en Superí al 200.
El hallazgo fue hecho después de más de 40 horas de búsqueda y de haber demolido la poca estructura que quedaba de la casa ubicada en Superí al 200, por rescatistas.
“Lo encontramos alrededor de las 14, en un lugar que había marcado esta mañana un perro de la Brigada Canina”, dijo el jefe de Bomberos Zapadores de Rosario, Andrés Lastorta.
El cuerpo de López estaba unos dos metros debajo del lugar que fue señalado por los perros, y para acceder a él debieron trabajar con “maquinaria pesada y se tuvo que derrumbar el tercer piso de las tres plantas de la vivienda”.
"Fueron muchas horas de trabajo, esperábamos que no fuera éste el final, pero estaba dentro de las posibilidades”, agregó el director de Defensa Civil del municipio rosarino, Gonzalo Ratner, quien además sostuvo que prácticamente no había espacio de vida donde el cuerpo había quedado atrapado.
Tras el hallazgo, el cuerpo fue trasladado al Instituto Médico Legal (IML) para ser sometido a autopsia, mientras que los rescatistas dieron por finalizada la tarea.
La vivienda de tres plantas, ubicada sobre la barranca en la zona norte de Rosario, muy cerca del club Remeros Alberdi, se derrumbó en los últimos minutos de la tarde del domingo 24 de julio. En el lugar había 3 personas, el dueño de la vivienda, Luis López, de 88 años, su hijo Ariel, de 52 y un inquilino, de nombre Facundo, de 28.
La casa, ubicada en el final de calle Superí, casi Álvarez Thomas, frente a la plaza Santos Dumont, está sobre la barranca que da a la avenida Carrasco (costanera). No se conocen por el momento las causas por las cuales, pocos minutos después de las 19, gran parte de la estructura colapsó y se derrumbó.
En pocos minutos llegaron al lugar varios móviles policiales, bomberos y ambulancias. También unidades de Defensa Civil y del COEM (Central de Operaciones de Emergencias) y del Sistema Integrado de Emergencias Sanitarias (Sies) del municipio rosarino, que comenzaron con las primeras tareas de inspección, remoción de escombros y asistencia.
En base a las primeras inspecciones se supo que lo que colapsó fue la parte superior de la vivienda, que tenía 3 plantas: las que cedieron fueron las plantas superiores, que cayeron sobre la planta baja.
En el interior de la casa, al momento del derrumbe, había 3 personas. Ariel López, propietario de la casa, fue retirado poco antes de las 21 por personal de Bomberos y fue atendido en el lugar por personal del Sistema Integrado de Emergencias Sanitarias (Sies). “Presenta lesiones leves”, señalaron allegados a la víctima, que de a poco fueron llegando hasta el lugar.
Familiares contaron también que Luis logró resguardarse ya que su hijo Ariel le gritó que se estaba derrumbando la casa, por lo que el hombre logró meterse en el lavadero y pudo ser rescatado rápidamente.
Mientras avanzaba la noche, rescatistas pertenecientes a Bomberos Zapadores y Voluntarios, junto a personal de Defensa Civil, comenzaron a retirar con sumo cuidado los restos de la estructura de material.
Con el correr de las horas se sumaron bomberos de la localidad de Serodino y Villa Gobernador Gálvez y también la Brigada Canina de Búsqueda de Personas de la Federación Santafesina de Bomberos Voluntarios.
Algunos rescatistas dialogaron con al menos una de las personas que estaba bajo los escombros. Si bien en un principio se dijo que era el hijo del dueño de casa, luego se supo que en realidad era Facundo, el inquilino de 28 años, quien finalmente fue rescatado cerca de la 1:30 AM del lunes.
En tanto, la tercera persona no tuvo contacto con los rescatistas, quienes trabajaron toda la noche retirando escombros, restos de mampostería y mobiliario. Con el paso de las horas se sumaron más personas a las tareas de rescate, inclusive un perro de rastreo, de nombre Yaka, que señaló una zona donde se presume que estaba Ariel.
A media mañana del lunes, parte de la estructura se movió, por lo que los rescatistas debieron suspender las tareas de remoción de escombros. Luego de un rato, volvieron a trabajar y a las tareas se sumó una excavadora que ayudó a retirar parte de las losas que fueron piso y techo de las dos plantas que colapsaron.
Al caer la noche del lunes, se decidió seguir adelante con el rescate en forma manual, y durante toda la noche y madrugada, los rescatistas fueron sacando escombros, mampostería y parte de losas con sus manos.
A media mañana de este martes se decidió avanzar en la búsqueda en un punto fijo que fue señalado por cuatro de los seis perros que ayudaron en el rescate, con la incorporación de maquinaria pesada.
“Era muy peligroso para el personal de Bomberos y para los brigadistas, porque la estructura estaba muy inclinada, endeble, y se habían roto las vigas”, dijo el jefe de Bomberos Zapadores de Rosario, Andrés Lastorta.
Finalmente, instantes después de las 14, el cuerpo de Ariel fue encontrado bajo unas losas.
Amante de los deportes y de Alberdi
Ariel Luis López era un amante del deporte al que le gustaba tanto la montaña como el río, señalaron familiares y amigos.
Cursó la primaria en la escuela Gabriel Carrasco (ubicada en Agrelo al 1700, a menos de 500 metros de donde vivía), y la secundaria en la Escuela Técnica Nº5 (Enet Nº5), de Corrientes al 600, en el centro de Rosario, donde se recibió de maestro mayor de obras.
Tenía dos hermanos, uno residiendo en Rosario y la restante en Bélgica. Era soltero y vivía junto a su padre. Era socio del club Remeros Alberdi, ubicado a pocos metros de su casa, en barrio Alberdi.