El allanamiento a la casa de Ariel Máximo "Viejo" Cantero, el primer líder de la banda narcocriminal Los Monos, y el posterior proceso judicial generó tanto impacto por sus ramificaciones con las cajas de alimentos municipales y las escuchas expuestas en la audiencia, que quedó en un segundo plano uno de los aspectos más llamativos de aquel procedimiento: los animales incautados.
La secretaria de Control municipal Carolina Labayrú aseguró en medios radiales del sur santafesino que cada uno de esos animales (desde caballos a gallos de riña y de ovejas a cerdos) fueron tratados de forma distinta según las características.
Tenés que leerPrisión preventiva efectiva para Ariel "Viejo" Cantero y otros 22 imputados en Rosario"Los 20 caballos secuestrados la semana pasada tuvieron como destino los corrales que dependen de la Municipalidad donde van a otros animales maltratados", afirmó la funcionaria local.
Labayrú dijo que en ese predio existe "un veterinario que los está cuidando" y que conviven con otros 20 equinos que ya estaban en el lugar, como consecuencia de otros procedimientos por maltrato animal. Aclaró que en muchas casos, cuando existe una orden judicial, se liberan o entregan en adopción a ONGs o protectoras (bajo ciertos requisitos).
Diferente fue la política empleada con los 31 cerdos que estaban en la casa de Avellaneda al 4500 y que, según se constató, estaban entre ratas y comiendo basura. Es decir, no eran aptos para consumo humano. "Los llevamos a un frigorífico de Pérez", puntualizó la secretaria sobre cómo se procedió al sacrificio de esos chanchos.
Por otro lado, dos ovejas y dos terneros fueron llevados a otros corrales y "de los gallos de riña se encargó la Policía Comunitaria", por lo que no tenía la precisión del destino final. También se separó a un chivo "agresivo" por la "inconveniencia de llevar a corrales" junto a los terneros, caballos y ovejas.
Labayrú añadió que en un nuevo procedimiento de este viernes, además de perros, se incautaron dos caballos más que estaban en el predio de Avellaneda y que serían trasladados al mismo corral.
Los fiscales de la causa descubrieron además que los caballos se usaban para violentas cinchadas. Pudieron acreditar que al menos uno de los equinos murió por causa del maltrato que recibían de estas personas.