Rosario: un imputado por el crimen de uno de los taxistas y 11 por encubrir el homicidio del colectivero
El equipo de fiscales conformado especialmente halló indicios para acusar a un hombre como partícipe del asesinato del conductor del taxi, ya que pidió el servicio que hizo el viaje hasta el lugar donde ocurrió el crimen, en barrio Saladillo. Sobre el crimen del chofer de la línea K, se acusa a 11 personas de esconder armas, ropas y vehículos usados en el marco del asesinato en barrio Belgrano. Todos quedaron detenidos por el plazo de ley (mínimo dos años).
Se realizó una audiencia clave para intentar desentrañar la seguidilla de atentados y crímenes tildados bajo un contexto "narcoterrorista" en distintos puntos de la ciudad.
En la mañana de este viernes 15 de marzo, comenzó en el Centro de Justicia Penal de Rosario una audiencia clave para intentar desentrañar la seguidilla de atentados y crímenes tildados bajo un contexto "narcoterrorista" en distintos puntos de la ciudad. En total fueron 16 las personas imputadas, 11 de ellas fueron acusadas de esconder armas, ropas y vehículos que fueron usados en el crimen del chofer de la línea K, Marcos Daloia y a otra persona de ser partícipe necesario del asesinato del taxista Diego Celentano, ya que pidió el servicio que hizo el viaje hasta el lugar donde ocurrió el crimen, en barrio Saladillo.
El cuerpo de fiscales conformado especialmente para la investigación, integrado por Marisol Fabbro, Franco Carbone, Fernando Dalmau, Patricio Saldutti y Luis Schiappa Pietra, comenzó con la larga argumentación contra las 16 personas que están sospechadas de tener participación en los homicidios de los taxistas Héctor Figueroa (cometido en barrio Tiro Suizo) y Diego Celentano (en barrio Saladillo); del chofer de la línea K, Marcos Iván Daloia (cometido en barrio Belgrano), y del ataque a tiros contra la comisaría 15ª (barrio Tablada).
La jueza de primera instancia, Paula Álvarez tuvo por formalizada la audiencia y dictó la prisión preventiva efectiva por el plazo de ley para casi todos los imputados, ya que a dos de ellos se les dictó 60 días de prisión preventiva efectiva, período de tiempo en el cual se deben realizar tareas investigativas sobre los mismos.
El fiscal Patricio Saldutti señaló que “una de las personas ha sido imputada como partícipe necesario del homicidio del señor Celentano; que hay 11 que han sido imputados por encubrimiento por intentar favorecer a los autores del homicidio del colectivero de la línea K y también una tentativa de homicidio el día anterior contra un colectivero de la línea 122”.
Y agregó: “El resto son personas que han sido detenidas e imputadas en esta audiencia, productos de delitos relacionados o concomitantes con esta investigación como es tenencia de arma de fuego, cohecho y algunos otros encubrimientos”.
Al ser consultado sobre el arma que se utilizó para estas balaceras, remarcó que “lo que informan las pericias balísticas es que tanto en el homicidio del taxista Figueroa como en el homicidio del taxista Celentano, como en el abuso de armas contra la sede de la comisaría 15, se utilizó una pistola calibre 9 milímetros, la misma arma de fuego y esto fue corroborado por las pericias balísticas”.
“El material balístico que se utilizó, los cartuchos que se utilizaron y las vainas que se encontraron en la escena del hecho, son vainas con la inscripción PSF que quiere decir que son vainas que originalmente han sido otorgadas al personal policial en el año 2021, de allí a cómo llegan a la escena del hecho, hay distintas hipótesis”, agregó.
Y si bien aclaró que por el momento no se puede determinar “la existencia de un plan conjunto para que sean todos al mismo tiempo, lo que puede concluir esta incipiente investigación es que pueden venir motivados todos con los mismos orígenes”.
Sobre la presunción de que fueron las requisas en los pabellones de la cárcel de Piñero las que originaron esta seria de ataques, sostuvo que hechos están encadenados y dio como ejemplo los ataques a los colectivos de las líneas 122 y K, éste último que derivó en el asesinato del chofer de esa unidad.
“Tienen extremas similitudes porque las personas que han sido imputadas por encubrimiento tenían en su poder la moto y las prendas de vestir de los agresores de ambos hechos y si bien en el primer colectivero baleado no tenemos material balístico porque la denuncia se hizo al otro día y ya no había escena del hecho preservada, tenemos cámaras de seguridad y la declaración de ese colectivero que dan cuenta y coincidencia absoluta tanto con la moto como con las prendas de vestir que se utilizaron en el homicidio del colectivero de la K, por lo tanto las personas que cometieron estos dos hechos serían las mismas”.
Escondidas
Fuentes judiciales indicaron a este diario que el equipo de fiscales designado por la fiscal regional, María Eugenia Iribarren, dividió la imputación en varias partes.
En la primera, les atribuye a José C., Jesús C., Lucía O., Micaela B., Eduardo A., Walter Q., Marcelo C., Romina Q., María C. y Alejandro C. el delito de ‘encubrimiento agravado por ser el hecho precedente especialmente grave en calidad de co-autores’.
Según indicaron, pocos minutos antes de la medianoche del 6 de marzo pasado, un testigo de identidad reservada que se encontraba trabajando como chofer de colectivo de la Línea 122 roja, finalizando su recorrido por calle Cerrito y antes de llegar a la intersección de calle México, en la zona noroeste de Rosario, fue abordado por dos masculinos (que hasta ahora no han podido ser identificados), que circulaban en una moto Honda Twistter 250cc de color blanco con asiento color rojo y negro.
Los motociclistas se pusieron del lado derecho del colectivo (donde está la puerta de ascenso y descenso) y sin mediar palabras, le efectuaron entre 3 y 4 disparos de arma de fuego que impactaron en la carrocería del vehículo. Luego, sobrepasaron la marcha del colectivo y desde el frente, en dirección al chofer, el acompañante de la motocicleta intentó efectuar nuevamente disparos contra el mismo, no logrando su cometido dado que el disparo no salió. Tras esto, se dieron a la fuga por calle México al sur, donde luego tomaron calle Riobamba al oeste (en dirección a calle Nicaragua).
Puntualmente, se le atribuye a los imputados que tras la comisión de ese delito (atentar contra el chofer de la Línea 122 roja), ayudaron a los atacantes a ocultar o hacer desaparecer instrumentos del delito: la moto Honda Twister, sin dominio colocado y con sus guarismos adulterados. El rodado fue hallado pasado el mediodía del 8 de marzo en el marco de un allanamiento realizado en una vivienda de calle Nicaragua al 2200.
Más escondidas
En otra parte, se imputó a José Luis C., Jesús Darío C., Jimena O., Micaela B., Natalia B., Eduardo A., Walter Q., Marcelo C., Romina Q., María C., Alejandro C. el delito de encubrimiento agravado por ser el hecho precedente especialmente grave en calidad de co-autores.
Según la investigación, alrededor de las 18:45 del jueves 7 de marzo, dos personas por ahora no identificadas, a bordo de una moto Honda Twister 250cc color blanco y asiento de color rojo y negro, se presentaron en la esquina de Mendoza y Guatemala, en dirección sur a norte, cuando el acompañante de la motocicleta descendió de la misma, y el conductor continuó por calle Guatemala en dirección norte.
Momentos antes de las 18:49 hs aproximadamente, en circunstancias en que la víctima, Marcos Iván Daloia, se encontraba conduciendo el colectivo de la línea K por calle Mendoza, al llegar a la intersección con Guatemala, frenó el transporte público para que el masculino que instantes antes había descendido de la moto, se suba al colectivo, simulando ser un pasajero.
Tras ascender al rodado, el colectivo retoma la marcha, y el masculino que subió instantes antes, le efectuó dos disparos de arma de fuego en la zona craneal al chofer, quien días después falleciera producto de esos impactos.
Luego de cometido el hecho, el hombre descendió del colectivo en la esquina de Mendoza y México, y se dio rápidamente a la fuga hacia el sur por calle México, para luego subirse a la moto Honda Twister color blanco con detalles en color rojo, con la que lo buscó el otro masculino. Ambos se dirigieron hasta el domicilio de calle Nicaragua al 2200, lugar donde se domicilian los imputados y escondieron la moto y las prendas de vestir utilizadas.
Cabe recordar que como consecuencia del hecho, el chofer de la línea K fue trasladado de urgencia al hospital de emergencias, donde falleció el pasado 10 de marzo, como consecuencia de las lesiones de arma de fuego sufridas.
Llamada mortal
En otro punto se imputó a Raúl P. el delito de homicidio calificado por alevosía agravado por el uso de arma de fuego, en grado de consumado, y en calidad de partícipe necesario.
Según se dijo en la audiencia, se le atribuye haber solicitado, a las 23:08 del 6 de marzo, un taxi mediante su teléfono celular vía whatsapp, a la empresa “Su Radio Móvil” o “Su Radio Taxi”, para el domicilio de calle Lamadrid al 400 bis, en barrio Tablada, al sur de Rosario.
El viaje le fue adjudicado al Taxi RA 0064 que era manejado por Diego Celentano, quien inició en el punto solicitado y culminó en calle Alvear y Garmendia, ocupado por dos sujetos de sexo masculino. En esas circunstancias, una vez arribados a destino, antes de bajar del rodado, desde el asiento trasero del vehículo, actuando por la espalda de la víctima y a escasa distancia, y aprovechándose de la indefensión de la víctima le efectuaron detonaciones de arma de fuego causando su muerte producto de los múltiples impactos de proyectiles en la zona craneal. Luego de efectuar los disparos, los autores materiales huyeron del lugar.
Allanamiento y descarte
Además, la Fiscalía le atribuye a David P., Celeste R. y Ezequiel R., distintos delitos: a David P., tenencia de arma de fuego de uso civil en concurso real con tenencia de arma de fuego de guerra, en grado de consumado, y en calidad de autor, sin autorización legal. Se trata de un revólver calibre 22 corto Pasper con tambor rotativo de 6 alvéolos conteniendo en su interior 5 proyectiles calibre 22 largos con punta de plomo recortada, todas intactas, y una vaina servida todos con las inscripción en buenas condiciones de conservación y con aptitud para el disparo, que fue hallada en el patio de una vivienda en calle Teniente Agneta al 1800, lindera al domicilio del imputado, quien la arrojó con la finalidad de evitar que sea hallada al momento de realizarse el allanamiento en su vivienda.
Además, se encontró un arma de fuego tipo pistola FN Browning calibre 9mm, sin cargador colocado, en el patio trasero de una vivienda ubicada en calle Pasco 5600, patio lindante con el de su vivienda, que también fue arrojada para evitar que la misma sea hallada al momento del allanamiento. Por su parte, el cargador, correspondiente a dicha arma, marca FM con capacidad para 15 municiones calibre 9mm fue secuestrado en un terreno baldío que linda con la parte trasera de la vivienda de calle Teniente Agneta 1800 donde habitaba al momento del procedimiento.
A Ezequiel R., se lo acusó de tenencia de arma de fuego de guerra, en grado de consumado, y en calidad de autor. Junto a David P., se lo acusó de haber tenido –en forma conjunta y sin autorización legal– una escopeta calibre 12/70 sin cartuchos en recámara y un arma de fuego pistola semi automática calibre 9mm “Mauser” con un cargador interno con tres municiones intactas del mismo calibre y un proyectil en recámara numeración visible, con aptitud para el disparo. Dichas armas fueron secuestradas del interior del capot de una camioneta marca Ford F100, que se encontraba estacionada por calle Cochabamba a la altura del 5600. Dicho vehículo pertenecería a Ezequiel R.
A Celeste R. se la imputó por cohecho, en grado de tentativa, y en calidad de autora. El viernes 8 de marzo, se la acusa de haberle ofrecido dinero en efectivo al personal policial que se encontraba realizando un procedimiento en la vivienda ubicada en Teniente Agneta al 1800. Según dijo, quería que le devolvieran el teléfono celular a cambio de una suma de dinero, ya que el aparato tenía elementos que comprometían a David P.
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