En los últimos minutos de la tarde de este viernes 24 de abril, el juez Román Lanzón hizo lugar al pedido de la defensa de Diego C., el joven que el pasado 8 de abril arrolló y mató a dos motociclistas que minutos antes le habían robado una mochila que contenía 2 mil dólares, tras una persecución por varias calles de barrio Fisherton, en la zona noroeste de Rosario. El magistrado señaló que por ahora la calificación sigue siendo homicidio simple, pero en base a la investigación, se podría recaratular como homicidio simple con exceso de legítima defensa, que tiene una pena de entre 1 y 5 años de prisión.
Fuentes judiciales indicaron que el joven manifestó su deseo de prestar declaración en forma voluntaria en la tarde de hoy. En diálogo con la prensa, el juez Lanzón sostuvo que Diego C. “contó su versión del hecho, contó la secuencia del robo, que fue coincidente con la que dieron los testigos”.
Tras aclarar que en la audiencia imputativa llevada a cabo en la mañana del domingo 11, se formuló la imputación por homicidio simple en base a la evidencia que tenían en ese momento. Pero que luego, la Fiscalía “siguió ahondando en busca de más evidencias y fue así que se logró la obtención de 21 cámaras de seguridad que captaron parte de la persecución y 12 testigos que también captaron parte del hecho”, relató el juez.
“Hoy, cuando el imputado declaró, lo hizo en forma coincidente con los testigos y lo que habían captado las cámaras respecto del robo, la persecución y la particularidad de la persecución y su final”, agregó.
El juez mencionó también que Diego C. dijo que “su intención era encontrar policías para que los detengan (a los dos motociclistas) y recuperar lo que le habían robado” y que “no tuvo intención de matar”.
Cabe aclarar que el magistrado indicó que el joven no quiso responder preguntas de la fiscalía. Además, recalcó que la emoción violenta fue descartada por los psiquiatras que lo examinaron al día siguiente de la audiencia imputativa.
Si bien falta sumar más evidencia, por lo que se recogió hasta el momento, la calificación legal podría atenuarse y, en lugar de continuar bajo la figura de homicidio simple, podría cambiar a homicidio simple con exceso de legítima defensa, que tiene una pena en expectativa de entre 1 a 5 años.
Tras escuchar su relato, y evaluar el análisis de parte de la evidencia recolectada en las últimas dos semanas, se le otorgó la libertad, debiendo cumplir las siguientes 8 reglas de conducta:
1- Obligación de someterse al cuidado de dos familiares que oficiarán de garantes, quienes deberán asumir tal compromiso ante la Oficina de Gestión Judicial.
2- Fijar residencia donde previamente deberá ordenarse una constatación de domicilio e informe ambiental del mismo.
3- Obligación de presentarse ante la Oficina de Gestión Judicial semanalmente para control de sujeción a proceso (se lo identificará con huella digital).
4- Prohibición de salir del territorio de la Provincia de Santa Fe.
5- Prohibición de acercamiento y todo tipo de contacto con familiares de los fallecidos y testigos de la causa.
6- Prohibición de tener y/o portar armas de fuego en todas sus categorías.
7- Prohibición de conducir vehículos motores y motocicletas de todo tipo.
8- Prohibición de consumir estupefacientes y abusar de bebidas alcohólicas.
Robo, persecución y muerte
En la tarde del jueves 8 de abril pasado, Diego C. había ido al centro de Rosario a realizar una operación cambiaria en una financiera. Volvía a la casa de su padre, ubicada en Amuchástegui al 600, con una mochila que contenía 2 mil dólares y 2.400 pesos. Cuando estacionó la camioneta Chevrolet S10 en la puerta, se le aparecieron dos personas en moto. Bajo amenazas (uno de ellos portaba un arma de fuego) le sustraen la mochila que contenía el dinero, además de su teléfono celular, y se dieron a la fuga en una moto Honda Titán de 150 centímetros cúbicos, de color roja.
El joven se subió a la camioneta y comenzó a perseguir a la moto por varias calles del barrio. En inmediaciones de Juez Zuviría y Navarro, a 6 cuadras de donde ocurrió el robo y a menos de 200 metros de la comisaría 17ª, el conductor de la camioneta arrolló a los dos motociclistas y terminó subiendo con la chata sobre la vereda, para terminar chocando contra una columna, lo que disparó los airbag del vehículo.
Como consecuencia del fortísimo impacto, uno de los motociclistas, identificado como Diego Nicolás Quiroga García, de 25 años, falleció antes de la llegada de una ambulancia, mientras que su compañero, llamado Leandro Escudero, de 29, sufrió múltiples lesiones y fue trasladado hasta el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez, donde quedó alojado en el área de terapia intensiva, con custodia policial y falleció en la mañana del viernes.
Tras el choque y muerte, el joven fue retirado del lugar y un rato más tarde, su padre se acercó hasta la seccional 17ª, para contar lo sucedido y unos minutos después el joven fue hasta la comisaría y quedó detenido y a disposición de la Justicia.
El caso tomó amplia trascendencia mediática y en redes sociales, donde a medida que pasan las horas se multiplican los pedidos para que el joven sea liberado. Casi 48 horas después, más de 2.500 personas marcharon por las calles de barrio Fisherton pidiendo la liberación del joven. Una semana más tarde, fueron alrededor de 500 los personas que volvieron a marchar desde la rotonda de Wilde y Eva Perón (ex Córdoba) hasta el puente de Circunvalación. La protesta se iba a repetir este sábado, pero debido a la liberación del joven, la medida fue levantada.