Carlos Retamal
Entre 3 y 4 personas armadas entraron tras hacer un hueco en el alambrado del predio y tras golpear a una empleada, se llevaron una suma cercana a los $ 2 millones. El lugar de ingreso fue el mismo que fue usado el 1° de marzo pasado, junto a una casilla en la que funciona una subestación transformadora de energía.
Carlos Retamal
Puede parecer una noticia vieja, pero ocurrió de nuevo. Este martes 2 de noviembre, casi 8 meses después, volvieron a asaltar la planta que la empresa La Virginia posee en la zona de Circunvalación y avenida Sorrento, en la zona noroeste de Rosario. Los asaltantes ingresaron casi a la misma hora, por el mismo lugar y tras golpear a una empleada, se llevaron una suma cercana a los 2 millones de pesos.
Entre 3 y 4 personas armadas, ingresaron a la fábrica La Virginia, ubicada sobre colectora Juan Pablo II (calle paralela a avenida Circunvalación) tras romper parte de un alambrado al costado de una casilla en la que funciona una subestación transformadora de energía.
Fuentes de la investigación indicaron, en base a datos preliminares recogidos en el lugar, que el atraco ocurrió pocos minutos después de las 9 de este martes, cuando los asaltantes entraron por ese agujero y sorprendieron a una empleada que estaba en una zona de administración, donde se manejan importantes sumas de dinero que traen los camioneros que vienen a buscar mercadería.
Si bien no se dio a conocer hasta el momento el monto de lo robado, se presume que se llevaron alrededor de $ 2 millones, cifra similar a la que robaron el 1° de marzo pasado en un hecho llamativamente muy similar.
Tras tomar el dinero (que habría estado guardado en sacas de transporte de billetes, los asaltantes se marcharon por el mismo lugar de ingreso y se subieron a un automóvil de color blanco, que los estaba esperando con al menos una persona más en su interior, estacionado sobre la colectora, muy cerca de la estación transformadora de energía. El vehículo arrancó rumbo al norte por la calle colectora y dobló en avenida Sorrento, por el momento con rumbo desconocido.
Pese a que en marzo hubo un golpe muy parecido, que contó con un gran trabajo de investigación previo, la empresa mantiene los mismos criterios de seguridad que hace ocho meses, señaló un portavoz: hay cámaras de seguridad en el interior de la planta, pero ninguna apunta al sector de la reja (junto a la subestación transformadora de energía) que fue cortada para ingresar. Además, señaló que la firma La Virginia cuenta con custodia a cargo de personal de Gendarmería, que está en los ingresos a la planta, pero no como rondines que se pasean por todo el perímetro.
El lunes 1° de marzo pasado, un grupo conformado por al menos 3 personas sorprendió a una empleada de la empresa La Virginia y bajo amenazas, le llevaron una bolsa que contenía más de 2 millones de pesos.
Ese robo tuvo lugar entre las 9 y las 9:30, luego que los asaltantes cortaran al menos 2 tornillos del tejido perimetral que separa la planta de la colectora Juan Pablo II (calle paralela a avenida Circunvalación) junto a una subestación transformadora de energía.
Al menos dos personas armadas ingresaron e interceptaron a una empleada de la empresa cuando llevaba en un carrito similar a los que se usan en los supermercados una saca que contenía alrededor de 2,5 millones de pesos.
La secuencia dentro de la planta no duró más de 5 minutos. Luego de agarrar la saca y amenazar de muerte a la empleada, los asaltantes salieron por el mismo agujero que habían usado para entrar, se subieron a un utilitario Peugeot de color verde donde los esperaba al menos una persona al volante y se dieron a la fuga por Juan Pablo II hacia el norte. Luego tomaron por avenida Sorrento hacia el este y dejaron abandonado el auto al costado del camino, a la altura de calle Barra.
Los investigadores presumen que en ese lugar cambiaron de auto y se marcharon con rumbo desconocido. La zona donde quedó el utilitario no tiene cámaras de seguridad, aunque hay algunas en las inmediaciones.
Voceros del caso dejaron entrever en su momento que los autores del atraco contaban con información precisa de los movimientos de dinero dentro de la empresa y también como era el movimiento de empleados, personal que viene a cargar mercadería (y pagarla) y como se maneja la seguridad en el predio.