Por Carlos Retamal
Fue encontrado durante la madrugada, tirado en una zanja, detrás del campo de deportes del club El Torito. Fueron demoradas tres personas, que recuperaron la libertad en la mañana del sábado. Investigan si el crimen se cometió en otro lugar.
Por Carlos Retamal
Un joven de 22 años fue hallado sin vida en la madrugada de este sábado 9 de julio tirado en un zanjón, en la zona de calle Camino de los Granaderos al 2300, entre Baigorria y Gallo, sobre uno de los paredones laterales al predio del club El Torito, en un extremo del barrio La Cerámica, en la zona norte de Rosario.
Alrededor de las 3, varios llamados al 911 denunciaban que se había escuchado el ruido de una moto y que sobre el paredón de la cancha en la cual comenzó a brillar Ángel Di María a comienzos de la década del ’90, en el milenio pasado, había un cuerpo tirado.
A los pocos minutos llegaron al lugar policías en varios patrulleros, quienes constataron que la víctima tenía dos impactos de bala, ambos en la zona del omóplato izquierdo, y que había fallecido.
Por orden del fiscal en turno de la Unidad de Homicidios Dolosos, Gastón Ávila, personal médico trasladó el cuerpo del joven, identificado como Alan Uriel Sosa, al Instituto Médico Legal (IML) para ser sometido a autopsia.
También pidió que personal del gabinete criminalístico y de la división homicidios de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) que realicen un relevamiento de la escena del crimen, tomen testimonios a familiares y allegados de la víctima, y también a vecinos de la zona y se verifique si hay cámaras públicas y privadas en el lugar que puedan tener imágenes que ayuden en la investigación.
Fuentes policiales indicaron que en la zona donde fue hallado el cadáver fueron detenidos tres jóvenes de entre 18 y 25 años, a quienes se les secuestró un arma de fuego. Los tres fueron remitidos a la comisaría 10ª, donde se les realizó examen de dermotest que no arrojó la presencia de restos de pólvora, por lo que se determinó que no habían disparado y recuperaron la libertad.
También se examinó el arma que tenían, una pistola calibre 9 milímetros, que tenía el cargador vacío y sin bala en la recámara. Fue secuestrada para ser sometida a pericias, remarcó un vocero del caso.
Las fuentes también indicaron que uno de los llamados al 911 indicaba que el cuerpo fue arrojado en el lugar por personas que llegaron en una moto, por lo que se investiga si el crimen pudo haberse cometido en otro lugar. Como dato que apuntala esa hipótesis, en la zona donde encontraron el cuerpo no había vainas servidas.
Es el quinto crimen que se registra en el departamento Rosario en los primeros 9 días del mes de julio.