Una de las posibilidades que circula en el expediente que investiga el crimen de Fernando Báez Sosa es concederle la prisión domiciliaria a los ocho rugbiers procesados y encarcelados en el penal de Dolores. Aunque no es habitual, el Servicio penitenciario bonaerense (SPB) ya comprobó que las tobilleras funcionan en la casa de cada uno de ellos.
La medida fue pedida por el juez de Garantías David Mancinelli al SPB para que verifique la posibilidad técnica en las propiedades de las familias de Máximo Thomsen, Ciro Pertossi, Blas Cinalli, Enzo Comelli, Ayrton Viollaz, Luciano Pertossi, Matías Benicelli y Lucas Pertossi, en Zárate.
El magistrado tomó la determinación de manera preventiva debido a que no ordenó la domiciliaria. Se trata de una mecánica que no es común, indicaron fuentes del caso.
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Télam La familia de Fernando, en una de las marchas donde se reclamó justicia.
Las fuentes, a la vez, indicaron que el personal de monitoreo del Servicio Penitenciario chequeó las señales de celulares y que la electricidad en cada hogar no tengan inconvenientes.
El informe de los penitenciarios, que ya fue sumado al expediente, determinó que todo funciona de forma correcta, en el caso de que se decida enviar a casa a los ocho jóvenes con el dispositivo electrónico.
Los rugbiers están acusados del "homicidio doblemente calificado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas" de Fernando y de las "lesiones" que sufrieron sus amigos.
Según dijeron a este medio allegados al caso, en la cárcel tienen buen comportamiento. Además, permanecen imputados, pero sin prisión preventiva Juan Pedro Guarino y Alejo Milanesi, acusados de ser "partícipes necesarios" del mismo delito.