Viernes 19.3.2021
/Última actualización 13:40
Marzo de 2020. Negocios cerrados... avenidas desiertas… los únicos que circulan por las calles son agentes de las distintas fuerzas de seguridad, los que convertidos en una suerte de Blade Runner no buscan a "replicantes fugitivos", sino a quienes se atrevan a violar el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio.
La voz metálica de los altavoces de sus patrulleros se filtra por las ventanas de las casas. Repite con insistencia que hay que permanecer encerrados.
Son horas de angustia e incertidumbre. Todo el mundo "prendido" a las radios, a los televisores y a los sitios web. Muchas preguntas y pocas respuestas.
De pronto el presidente de la Nación que, a través de sus filminas, nos explica que, comparados con otros países, Argentina tiene números muy bajos en cuanto a contagios y muertos por el Covid 19.
Ufff…. Otra vez somos los mejores del mundo, pienso.
En rigor, aquellos números eran ciertos. Aunque lo que Alberto Fernández omitió decir es que la pandemia con toda su furia aun no había llegado a estas tierras. Pequeño detalle.
Archivo El Litoral Estafas telefónicas como así ciber-delitos estuvieron a la orden del día durante la pandemia.Estafas telefónicas como así ciber-delitos estuvieron a la orden del día durante la pandemia.Foto: Archivo El Litoral
A todo esto la ciudad de Santa Fe, sin actividad comercial, social ni escolar, presentaba un aspecto casi fantasmal. Solo unos pocos "autorizados" se veían por las calles.
La gran mayoría de la población comenzaba a evidenciar claros síntomas de angustia, ante el agobio económico que provocaba la paralización casi total.
En este contexto muchos se "reconfiguraron" para subsistir. Y muchos otros quedaron en el camino.
El "sube y baja" de los delitos
Si decimos que los efectos de la pandemia golpearon en casi todos los frentes sociales, esto también incluye a quienes viven al margen de la ley.
Así fue como desde marzo del 2020 y solo por algunos meses, los números del delito bajaron a niveles nunca antes registrados en su historia.
Este verdadero espejismo llevó incluso a que algún trasnochado funcionario confesara "deberíamos seguir siempre así, con esta modalidad", dejando en claro su nivel de extravío.
Archivo El Litoral Pasados los primeros meses duros de confinamiento social, los crímenes volvieron a decir presente en la ciudad.Pasados los primeros meses "duros" de confinamiento social, los crímenes volvieron a decir "presente" en la ciudad. Foto: Archivo El Litoral
En el departamento La Capital se registró un nivel elevado de víctimas entre enero y marzo de 2020, según precisa un informe oficial del Observatorio de Seguridad Pública.
En abril se observó una caída abrupta -en el marco de las restricciones dispuestas a raíz del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio- y a partir de ese momento un incremento escalonado hasta septiembre. Desde ese punto se visualiza un declive.
La cantidad promedio de homicidios registrados mensualmente a lo largo del 2020 (7,7 homicidios por mes) se encuentra por debajo del promedio del período 2014-2019 (9,4 homicidios por mes), y lejos del promedio mensual del año 2014 (12,9 homicidios por mes).
En otra parte del informe se destaca que durante el año 2020 la Unidad Regional I (dpto. La Capital) registró más de 7 mil robos y 1461 hurtos.
Asimismo, señala 763 registros por delitos contra la integridad sexual y 275 hechos de abuso de arma registrados.
El resto de los delitos fueron registrados con menor frecuencia: 101 hechos de usurpación y 43 de abigeato.
Al comparar estas cifras con las registradas en el año 2019 se aprecia un descenso en la cantidad de robos y de hurtos (33,5% y 26,1% respectivamente). Por su parte, se observa un declive del 9,0% en la cantidad de registros por delitos contra la integridad sexual y una baja de 14,4% en el reporte de usurpaciones.
En cambio, entre 2019 y 2020, la cantidad de abusos de armas creció 15,1% mientras que los abigeatos aumentaron un 19,4%.
En cuanto al promedio anual se puede observar que durante 2020 casi todos los tipos delictivos analizados tendieron a moverse por debajo o en torno a su media: 9110,3 en robos, 1642,3 para los hurtos, 47,7 en el caso de los abigeatos, 113,7 respecto a las usurpaciones y 278,8 en armas de fuego.
Sólo la cantidad de delitos sexuales registrados en 2020 se posicionó por encima del promedio.
Pero mientras los consejos y las recomendaciones para combatir el Covid 19 iban por un carril, por otro costado se disparó un nuevo problema protagonizado en su gran mayoría por el segmento juvenil.
Así el personal policial (en algunos casos con la colaboración de otras fuerzas de seguridad e inspectores municipales) contabilizó cerca de mil intervenciones en distintos puntos del territorio provincial, desbaratando lo que dieron en llamarse "fiestas clandestinas".
Ignorando toda medida de aislamiento y sin guardar distanciamiento social, cientos de personas organizaron encuentros (muchos de ellos convocados a través de redes sociales) los que terminaban de manera abrupta cuando se producía la llegada de los uniformados.
Este tipo de reuniones sociales comenzaron a ser detectadas ni bien se declaró el ASPO y a lo largo de los meses se fueron replicando en gran número tanto sea en ciudades como en los lugares más remotos.
Prueba de ello son las miles de denuncias que durante el 2020 recibió el servicio de emergencias 911, dando cuenta de la realización de estas celebraciones.
En contrario a lo que se puede suponer, el número de personas trasladadas a sede policial por esta cuestión es bajo en relación a la cantidad de concurrentes y solo se remitió al dueño del lugar y al encargado de poner música.
Durante la crisis sanitaria, y ante el encierro obligatorio, se incrementaron las actividades relacionadas con la ciberdelicuencia.
Los fraudes online aumentaron en ese periodo en paralelo al aumento de la actividad comercial por internet en periodo de confinamiento y cierre de comercios.
Se observaron desde estafas comunes hasta otras de avanzada como la creación de páginas web de duración efímera y falsa prestación de servicios.
En general el modus operandi se basa en una llamada de teléfono donde el estafador convence a la víctima para que ésta suministre sus datos personales y/o las claves de sus tarjetas.
Consumo de drogas y alcohol
2020 ha sido un año atípico en todos los sentidos. La pandemia de Covid-19 y la situación de confinamiento cambió el ritmo de vida de millones de personas que vieron cómo no podían salir de su casa durante semanas, incluso meses.
Esto no sólo afectó a ámbitos como el trabajo o la vida social. En el terreno de las drogas y las adicciones en general, el impacto de esa nueva realidad también fue advertido.
Este último tiempo los patrones de consumo de drogas en Santa Fe han seguido una tendencia que se repite año tras año.
Las tres sustancias más consumidas son el alcohol, el cannabis y la cocaína, en este orden.
El alcohol es, con muchísima diferencia, la sustancia más consumida. En relación con las drogas ilegales, el cannabis ocupa el primer lugar. Finalmente, un porcentaje menor admite haber tomado cocaína también en algún momento del año.